Héroes anónimos: los Perros de Terapia

Seleccionando, educando y adiestrando a un perro de terapia/educación asistida

Autor: Miguel Ángel Signes Llopis.

Un Perro de Terapia es aquél que está seleccionado, entrenado y adiestrado específicamente para integrarse dentro de un programa terapéutico o educativo como herramienta al servicio del profesional para alcanzar los objetivos marcados de una forma más rápida, todo ello encaminado a la mejora de la calidad de vida y la integración social de personas con discapacidad o necesidades especiales.

Terapia con perros, Airon

Valdrían para realizar Terapia/Educación Asistida con Animales todas las razas (incluidos los mestizos) pero, por un lado, no todos los individuos de la raza pueden ser aptos y, por otro, hay algunas razas están más predispuestas que otras para que sean utilizadas en estas labores, como por ejemplo el pastor alemán, el labrador y el golden retriever.

Selección del perro idóneo

Hay varias pruebas de temperamento que se realizan a los animales, entre ellas tenemos:

El Test de Campbell que se realiza sobre las siete semanas de edad y va encaminado a poder prever el temperamento y su futuro carácter. Los resultados no son concluyentes ya que el comportamiento futuro es una interacción compleja entre genes y medio ambiente, aunque sí que puede dar una idea de cómo será el cachorro.

Cuando es joven o adulto también se le puede realizar algunas pruebas del Test de Liakhoff, que hacen referencia a las sensibilidades y sus tipos junto a aspectos como la voluntad de complacer, miedos, adaptabilidad, etcétera. En cuanto a la adaptabilidad, el animal debe de tener una capacidad alta o muy alta de adaptarse al ambiente sin cambiar su forma de trabajar, y sentirse cómodo en el menor tiempo posible en nuevos entornos.

En las sensibilidades se valoran: la mental, corporal, auditiva, visual y olfativa. Un buen perro para estos fines lo tendríamos en sensibilidades medias, es decir, estaríamos ante perros equilibrados.

Además de todo lo anterior el perro tiene que ser totalmente predecible en su comportamiento. Tenemos que tener la certeza de que en el animal la probabilidad del comportamiento en circunstancias determinadas es alta o muy alta. Por ejemplo, el perro se debe dejar manipular por cualquier persona, conocida o desconocida, sin que reaccione de forma agresiva y sin que haya limitaciones al respecto.

A Airon, mi pastor alemán de 39 kilos, en una sesión un chico con discapacidad intelectual moderada, con hipoacusia bilateral y problemas de obesidad (bien “fuertote”) me lo levantó del suelo y se lo puso encima de sus piernas en la silla en la que estaba sentado y el perro no tuvo reacción alguna. Lo anterior es una de las tantas cosas que nos podemos encontrar en una sesión de Terapia por lo que la predecibilidad en el animal es muy importante.

Por otro lado, en la selección del animal adulto hay que ver que no tenga problemas de comportamiento, entre ellos, agresividad tanto a nivel inter como intra específico, miedos o fobias, conductas anormales o estereotipias, entre otras; así como patologías como por ejemplo la hiperactividad; y por supuesto, que tenga una muy buena socialización.

Periodo de socialización

Es muy importante una buena socialización con el entorno, todo tipo de estímulos (cuantos más mejor), animales y personas. Este periodo sensible empieza desde la cuarta semana y finaliza sobre la duodécima, pero puede variar dependiendo de la raza y el individuo; y se podrá comprobar que está finalizando cuando veamos que el cachorro tiene una reacción intensa de miedo frente a un estímulo desconocido y esto suele ocurrir sobre los tres meses de edad.

Perros de terapia, Guiness

Educación y Habituación

La Educación sería la primera de las fases del entrenamiento. Un perro lo primero de todo debe saber comportarse y se le tiene que enseñar a saber jugar correctamente; su sitio para la comida, el recreo y el descanso; a no subirse encima de la gente; miccionar o defecar en lugar adecuado; pasear tranquilo sin tirar de la correa; etcétera.

Mi perra Guinness se estrenó en los tres Proyectos que llevamos en Ataaasafor con cinco meses y una semana de edad y la paseaban en el colegio niños y niñas con Trastorno de Espectro Autista en un Centro con personas con Discapacidad Intelectual… y sin tirar de la correa.

La segunda fase del entrenamiento sería la Habituación. Al animal hay que habituarlo a los entornos terapéuticos y a los materiales técnicos que se encontrará en los mismos como sillas de ruedas, andadores, muletas, bastones, etcétera. También es bueno que se le acostumbre a los gritos, conductas de fuga, aleteo y palmeo de las manos que realizan niños o adultos que tienen autismo, siendo todo lo anterior comunicaciones de fuerza pero nuestro perro no se las tiene que tomar como tales. Es más, no tiene que tener reacción alguna ante estos comportamientos.

Es imprescindible que al perro se le vaya habituando a que aguante otros comportamientos o acciones en las que se pueda ver en un futuro para que no le suba el estrés en las sesiones, como pueden ser: apretones en el hocico; tirones de la cola u orejas; caricias fuertes y con diferentes presiones (suele pasar mucho con personas que tienen Parálisis Cerebral); pisadas en la cola o las patas, etcétera. Hay que pensar que algunas personas que tienen discapacidad (por ejemplo discapacidad intelectual) son totalmente impredecibles y no se sabe cómo van a actuar ante la presencia del animal. La forma de hacerlo sería mediante el juego o bien mediante premios.

A mi perra Guinness cuando le piso la cola o le aprieto el hocico (poco a poco y luego voy subiendo el nivel de presión) la premio, asociando estas pequeñas presiones con algo muy positivo como es el recurso primario de supervivencia (comida). Por otro lado, cuando tenía tres meses la volteaba poco a poco y la ponía boca arriba en la postura de sumisión y la iba premiando -no para establecer jerarquía si no para que estuviera cómoda en esa postura y luego poder aplicarla con personas con Parálisis Cerebral que tienen espasticidad en sus miembros–. Al tocar la barriga calentita de la perra se relajan y abren en segundos la mano relajando así su espasticidad.

Adiestramiento y Habilidades

El Adiestramiento es la tercera fase del entrenamiento y se realizaría una vez que el perro ha madurado sexualmente lo que hace que tenga una ampliación en su capacidad de aprendizaje súbito. Aquí encontraremos a cachorros más avanzados que otros dependiendo de la raza: las tallas pequeñas maduran antes que las grandes. Y del sexo: la hembra madura antes que el macho. Y el individuo concreto.

Es muy importante que el perro tenga un Adiestramiento en obediencia básica, y si es avanzada mucho mejor. He visto algún vídeo por Internet, en los que están trabajando con perros en este tipo de intervenciones y los mismos llevan puesto un Halti (sobre todo en los paseos) que se utiliza cuando los perros tiran mucho de la correa. Bajo mi humilde opinión, está de más su utilización: primero porque el que no sepa lo que es un Halti va a pensar que es un bozal ya que lo parece; y lo segundo, el que sepa lo que es va a pensar que los perros de terapia que lo llevan puesto no están bien adiestrados.

Dentro de las Habilidades, que al perro ya se las puede enseñar de cachorro o joven, tendríamos las siguientes: tocar un cono, pasar por aros, girar sobre sí mismo, ejercicio de cabeza abajo, cobrar objetos (coger y portar) y luego entregarlos, reverencia, etcétera… Cuantos más sepa hacer el animal mucho mejor. Con todos los anteriores ejercicios se pueden trabajar muchos objetivos en las sesiones de Terapia o Educación. Así tendríamos el de “cabeza abajo”, que se puede utilizar con personas que han sufrido violencia: se manda al perro a distancia bajo orden o señal del terapeuta y el mismo apoya la cabeza entre las piernas de la persona cuando se encuentra sentada, dándole cariño y afectividad; y también con niños en los cuales se quiere fomentar la lectura, apoyando el perro la cabeza en su regazo o en una mesa acompañando al niño en la lectura de un libro o cuento.

Tanto en el aprendizaje de la educación, adiestramiento y las habilidades, se tienen que utilizar los refuerzos positivos y los castigos negativos para ello. A un perro de terapia, o que se vaya a utilizar de algún modo en Terapia, no se le pueden aplicar castigos positivos o refuerzos negativos. De todas formas, sin quererlo ya se los aplicarán en las sesiones ya que recibirán algún pisotón o tirón de orejas o cola por parte de algún niño, joven o adulto. A este respecto sin ir más lejos no hace mucho en una sesión, a Airon le pisaron con una silla de ruedas eléctrica en una pata cuando estaba tranquilamente en la posición de echado ¡esto sí es una aplicación de un castigo positivo!

Bienestar Animal

Y ya para finalizar, hay que velar por el bienestar animal antes y después de las sesiones que se realicen para poder obtener un mejor resultado en las mismas. La ausencia de estrés en el animal es de obligado cumplimiento a causa de que, por un lado, puede estar en peligro su bienestar ya que el estrés es acumulativo, y por otro, un perro estresado en una sesión podría fallar a la hora de realizar los ejercicios que se le piden, dificultando el buen desarrollo de la misma.

Para ampliar información sobre cómo detectar y prevenir el estrés pueden leer este artículo.

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Agradecimientos: Este artículo se lo quiero dedicar a mis dos perros, Airon y Guinness, que han hecho y siguen haciendo un excelente trabajo. Ellos son los verdaderos héroes.

Acerca del Autor: Miguel Ángel Signes Llopis es Presidente de la Asociación de Terapias y Actividades Asistidas con Animales de La Safor (www.ataaasafor.es).

11 comentarios en “Héroes anónimos: los Perros de Terapia

  1. Aprendo mucho de ti Miguel Angel Signes.Creo que haces una aproximación general acerca de los perros de terapia bastante buena ( yo sé poco de esto).

  2. Buenísimo, como siempre Miguel, eres el mejor, no me canso de decirtelo, estos artículos me vienen requetebien para seguir aprendiendo muuuchoooooo, mil graciasssss!!!!!!!! y abrazotes al Airon y a la Guiness, y otro pa ti,jajaja

  3. Muchas Gracias Eva ya les he dado los abrazos a Airon y Guinness.

    Sandra lo puedes mirar por Cruz Roja. Yo no hace mucho vi en el Diario Levante que en Valencia la Cruz Roja iba a realizar un proyecto de Terapia con Perros pero no me acuerdo para que colectivo con discapacidad en concreto iba dirigido.

    Saludos.

  4. Gracias le hablo desde puerto rico y esta pagina me ha ayudado muchicimo ya q estoy en el proceso de cojer clases para terapia a mi perrita Dixie gracias mil

  5. Buenos días Miguel Angel Signes, inicialmente quiero darte gracias por el articulo, ha sido de mucha ayuda ya que estoy haciendo un trabajo monográfico sobre terapia con perros en niños con autismo y quisiera saber si el entrenamiento para realizar estas terapias en especifico, debe tener algún factor diferente o el entrenamiento es el mismo para realizar terapias con todo tipo de condiciones.
    Muchas gracias

  6. Buenos días Manuela,

    Muchas gracias a ti!

    Generalmente todo entrenamiento de un perro para terapia va dirigido a que todos los colectivos con diversidad funcional y/o necesidades especiales, puedan aprovecharlo en las sesiones, mas tipo habilidades caninas.

    Pero ya dependiendo de los objetivos marcados en niñ@s con TEA, es mas específico. Busca en mi Blog(ya que no lo puedo pegar) el artículo «Eddie, Perro de Asistencia para Niños con Trastorno de Espectro Autista (TEA)» donde verás que el entrenamiento es mucho mas específico.

    Un saludo 🙂

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