El vínculo del perro con su amo (guía)

Educar/Adiestrar Vs. Automatizar respuestas

El vínculo del perro con su amo (guía) (I).Los perros de las fuerzas especiales pueden trabajar con otros profesionales, pero siempre tienen un único guía con el que establecen un vínculo especial.

Todos hemos visto la diferencia entre un perro que se comporta como un robot, siempre pendiente del “premio”, mientras actúa de forma más o menos correcta, pero automática, sin ninguna ilusión (es una simple transacción “esto me das, esto hago”), en comparación con esos otros perros que vemos en exhibiciones deportivas o de trabajo, siempre reaccionado con alegría…

La diferencia entre ambas situaciones es mucho más que unos cuantos cientos de horas de entrenamiento. La verdadera clave es el vínculo que se crea entre perro y humano. Un tema apasionante sobre el que aportaremos una pequeñas nociones, pero sobre el que -por su importancia- profundizaremos próximamenente.

Construyendo el vínculo con el perro
El vínculo se podría definir con otra palabra: confianza. El perro debe adquirir confianza en su dueño o guía y, como sucede en los humanos, la confianza es difícil de conseguir… pero muy fácil de perder.
Básicamente existen dos áreas de trabajo para crear un buen vínculo: física y emocional.

El vínculo físico es relativamente sencillo: el perro nos ve como su proveedor para satisfacer necesidades físicas (comer, beber…). Algunos especialistas incluso recomiendan aportar la comida al perro con la mano al menos una vez a la semana para hacer ese acto aún más cercano y menos frío.

En realidad es complicado diferenciar dónde está el límite entre el vínculo físico y la imagen de proveedor de recursos o, lo que es lo mismo, de líder jerárquico. Pero no importa, no es incompatible ni mucho menos, un buen líder lo es también por la confianza que transmite.

El vínculo emocional es más complicado de conseguir: no se trata de seguir a rajatabla las indicaciones de un libro de adiestramiento o de una página web, eso no funcionaría, y sólo crearía una acción mecánica por parte del perro en la que no entraría en juego su parte emocional. Sí, los perros aprenden por repetición, pero estamos hablando de otra cosa: queremos “conectar” directamente con el perro y obtener su confianza.

Algunas ideas para poner en práctica
El juego es lo más importante a la hora de conseguir ese deseado vínculo que sólo unos pocos afortunados logran. Pero de nuevo hay que hacer hincapié en que el juego mecánico (ya sabes, “tira pelota, trae pelota, tira pelota, trae…”) sólo crea autómatas.

El juego es también obediencia, enseñar nuevas cosas a nuestros perros (sean de la edad que sean) es el mejor camino para conectar.

El clicker se ha mostrado como una herramienta excelente para este cometido. Nos permite “cazar” comportamientos (no hace falta que sea nada complicado ni vistoso, podemos empezar por enseñar pequeños trucos), para luego ir desarrollándolos y perfeccionándolos por moldeado.

Es divertido para perro y dueño, motiva a ambos y permite disfrutar al máximo. Además, y muy importante, no caemos en la repetición infinita (como en el caso de la pelota).

El “tira y afloja” es un juego que acerca mucho al perro a su dueño. Aunque controvertido (es difícil para el no experimentado controlar la excesiva vehemencia de algunos perros) lo cierto es que es un reforzador de primer orden, y nos permite jugar de tú a tú con el perro y su instinto de presa (y también controlar ese instinto si fuera necesario).

Pero sobre todo, al contrario que en la escuela más tradicional que basaba todo el aprendizaje de los cánidos en repeticiones infinitas, lo más importante es innovar cada cierto tiempo, hacer pensar al perro a nuestro lado, con nosotros mismos como uno más, y realizar todo tipo de actividades juntos: bicicleta, canicross, agility…

Y no tener prisa, nunca hay que tener prisa. Si hacemos las cosas bien todo llegará. Las relaciones llevan su tiempo.

«El castigo físico destruye el vínculo, la confianza, y lo mismo sucede con las incongruencias por nuestra parte».

La destrucción del vínculo
Pero el vínculo (la confianza) no es para toda la vida. Debemos alimentarlo de continuo y, lo más importante, evitar que se deteriore.
El castigo físico destruye el vínculo, la confianza, y lo mismo sucede con las incongruencias por nuestra parte.

¿Recuerdas que hablábamos unas líneas más arriba de la coincidencia vínculo-confianza-líder? Bien… ¿Quién confiaría en un líder cambiante, sin un “norte” claro?

Precisamente, uno de los principales argumentos de los defensores de los collares de impulsos (coloquialmente “collar eléctrico”) es que al utilizar este instrumento el guía nunca es identificado con el causante del castigo, y el vínculo permanece intacto.

Y es cierto, un profesional puede conseguir adiestrar a un perro empleando el collar de impulsos en los momentos adecuados, y así utilizar el castigo positivo sin que el perro lo asocie con él, así el hombre sólo emplearía halagos, premios y refuerzos.

Por el contrario, una persona sin conocimiento empleando este tipo de collares de forma indiscriminada puede literalmente destrozar mentalmente a un perro, además de crear fantasmas y asociaciones indeseadas en su mente. Una muestra más de que, a la postre, el problema no es el método ni los perros, sino las personas.

12 comentarios en “El vínculo del perro con su amo (guía)

  1. Gracias por toda esta información tan valiosa. Ahora bien, la simple alusión al collar de impulsos me entristece muchísimo. No debería ser usado ni por «profesionales».

    1. Gracias por el apunte Kuno. Sí, no eres el único ni mucho menos, el collar de impulsos es cada día menos popular… Pero lo hemos mencionado al final del texto porque es un excelente ejemplo de castigo positivo que el perro no asocia con el guía.
      Saludos.

  2. Hola, pues yo tengo muchas dudas y reflexiones constantes acerca del collar de impulsos y no encuentro ningún debate realmente iluminador sobre el tema pues, como ocurre con otros métodos de adiestramiento, sólo encuentro gente o muy a favor o muy en contra, pero no encuentro alguien con una visión un poco más abierta o general sobre ello.

    Personalmente creo que nunca se debe utilizar el collar de impulsos para educar a un perro, no es necesario. Pero he visto casos de individuos concretos con problemas determinados en los que sí que he pensado en el collar de impulsos como posible solución. Yo jamás me atrevería a utilizarlo porque no sé.

    A mi me gustaría escuchar opiniones diversas de diferentes profesionales para poder entender mejor la naturaleza y posible uso o no de esta herramienta.

    No me gustan los extremos ni las cosas porque sí, me gusta escuchar y aprender. Por eso no me siento capaz de de opinar sobre el collar.

    Saludos a todos!

    1. Así es Paula, el collar «eléctrico» o «de impulsos» es una de las herramientas de adiestramiento más controvertidas (en algunos países está prohibida su utilización desde hace años). Curiosamente, en España se vende incluso en grandes almacenes, lo que permite que esté al alcance de cualquiera sin formación ni experiencia… y eso es lo verdaderamente peligroso. Como siempre, los perros, las herramientas, los coches, o las medicinas, todo es peligroso si cae en las manos no apropiadas.
      Aceptar el collar de impulsos como una herramienta en manos expertas ante determinados casos es discutible (siempre habrá profesionales favorables a su uso y otros en contra), pero utilizado por un aprendiz de adiestrador es simplemente una barbaridad. ¡Saludos!

  3. Me parece una barbaridad, como bien dices, que se venda en grandes almacenes y que cualquiera pueda comprarlo y usarlo. Creo que es una herramienta para uso únicamente profesional en caso de que sea justificable el utilizarlo.

    Gracias por tu aportación, pues yo trato de aprender de cada opinión e información que leo.

    ¡Saludos!

  4. MI OPINION PERSONAL ESTOY EN CONTRA DEL COLLAR ELECTRICO SOLO ES NEGOCIO Y DINERO , SOLO LO ACEPTARIA CUANDO TAMBIEN SE LO PONGA EL DUEÑO DEL PERRO ASI COMPARTEN EL PASTEL ,.

  5. Pues sí Juan, yo estoy trabajando con un adiestrador que lo que hace cuando TIENE que usar el collar de impulsos – sólo para corregir comportamientos realmente graves o peligrosos para el propio animal, como es evitar el envenenamiento comiendo cualquier cosa del suelo -, lo que hace es, cada vez que le da un impulso al perro, se lo da a él después. Dice que así evita caer en un uso inadecuado e indiscriminado… Yo también he tenido que usarlo y me parece un método que sólo debe emplearse cuando no queda otra vía.

  6. Bueno para mi el collar de impulsos es una excelente herramienta en segun que casos,eso no quere decir que se tenga que usar como primera opción,pero ¿alguno de vosotros a visto esos collares?yo me he puesto el collar en el brazo al maxino nivel y os puedo segurar que no es una descarga electrica como la gente piensa,es mas bien una vibracion igual a la de un movil,ese tipo de collares debe ser usado sobre todo para evitar conductas depredatorias de perros grandes hacia perros pequeños o niños y tenemos que activarlo justo cuando vemos que el perro comienza ha hacer las señales de acecho que es cuando la emocion esta empezando a ser sentida sin un nivel demasiado alto.Para todos aquellos que piensen que eso es maltrato yo les diría que se diesen una vuelta por cualquiera de las granjas industriales de animales que hay en su ciudad o alrederores y veran que es realmente maltratar animales,pero muchos no lo haran y seguiran iendo a ponerse ciego de hamburguesas a macdonals y decir que el collar electrico es maltrato…

  7. Me parece increible que se cree tanta polemica con el collar electrico y nadie haga alusion a la valiosisima herramienta que nos han expuesto aqui,EL VINCULO EMOCIONAL, ¿alguien la tiene con su perro? soy adiestrador y he visto miles de «vinculos» y el que aqui se expone lo disfrutan muy pocos…poquisimos…
    (yo ni siquiera se si lo tengo con mi perra…)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *