Las emociones durante el aprendizaje del perro

A mayor activación del sistema emocional, menor activación del sistema cognitivo y viceversa

Las emociones durante el aprendizaje del perro.

Extracto de la documentación oficial:

«Primeras Jornadas de Adiestramiento del Perro de Familia«.

Por: Alfonso Espadas.

Nuestra capacidad de concentración a la hora de realizar cualquier cometido puede verse alterada por nuestro estado emocional, disminuyendo notablemente nuestro rendimiento y alterando nuestra percepción y objetividad (ejemplos: póker, ajedrez, adiestramiento, cualquier deporte, afición o trabajo). Esto ocurre también en el perro.

Si bien en las primeras fases del adiestramiento (especialmente en cachorros) intentaremos que el aprendizaje sea como un juego, a medida que vayamos avanzando y pidiendo más concentración, tendremos que intentar que el individuo entre en un estado emocional neutro cuando esté trabajando con nosotros.

A mayor activación del sistema emocional, menor activación del sistema cognitivo y viceversa.

Emociones negativas en el perro como miedo, irritabilidad, nerviosismo, indecisión, ira o frustración harán que el rendimiento (tanto a la hora de ejecutar tareas aprendidas como a la hora de aprender otras nuevas) se vea seriamente afectado.

Emociones positivas como alegría, excitabilidad, exceso de motivación, exceso de expectativas, exceso de curiosidad o capacidad de investigación afectarán igualmente al rendimiento y capacidad de concentración.

Trabajar las emociones positivas del perro puede ser bueno y útil en el adiestramiento ya que hará que recuerde el trabajo como algo placentero, pero esto lo haremos antes o después de las sesiones de adiestramiento, no durante ellas.

El propio adiestramiento puede ser placentero para el individuo mediante los refuerzos positivos sin verse afectado el sistema emocional.

Trabajar las emociones negativas del perro (trabajos por evitación y trabajos forzados) debe evitarse a toda costa (ejemplo: uso del miedo para la llamada, canalizando la salida de ese miedo hacia mí), ya que predispondrán al individuo para las siguientes sesiones a un estado emocional aún más alterado, aparte de otros efectos secundarios (asociaciones no deseadas, estrés crónico, ansiedad, falta de confianza en el guía, inseguridad, etc.).

¿Deseas participar en las «Primeras Jornadas de Adiestramiento del Perro de Familia», Madrid, 23 y 24 de octubre de 2010? Toda la información aquí.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *