Una perrita amiga que me enseña a pasear…

«El hecho de ir cogido a la perra y pasear con ella le enseña al niño a pasear correctamente, ya que la misma va dirigiendo el paseo por la zona donde se debe hacer correctamente…»

Una perrita amiga que me enseña a pasear...Autor: Miguel Ángel Signes Llopis. Experto en problemas de comportamiento, modificación de conducta, Asesor y Terapeuta canino certificado por AEPE en el Curso Máster de Etología Canina Avanzada. Técnico en Terapia Asistida con Animales.

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En este artículo quiero contar la experiencia que tiene un niño de cinco años de edad con Trastorno de Espectro Autista (TEA) con mi perra Guinness en una Actividad Asistida con Animales en la que participa, y que va dirigida a enseñarle al niño a través de la perra a caminar correctamente por la calle reduciendo las conductas de fuga que suele tener, todo ello encaminado a su seguridad durante los paseos para poder integrarlo en la sociedad.
Dicha Actividad tendrá una duración de cuatro meses (de noviembre a febrero), se están realizando dos sesiones semanales y participa un familiar o su cuidadora, además del autor de estas líneas que es el encargado de guiar a la perra en las sesiones.

Objetivos de la Actividad
Además de reducirle las conductas de fuga y enseñarle a pasear correctamente que son los objetivos principales, se están trabajando con el niño los siguientes puntos:
– La mejora del contacto visual (mira a la perra).
– La mejora de la atención y la concentración.
– La comprensión y el seguimiento de instrucciones (coge a la perra, párate, vamos-continuando el paseo-, dale de comer a la perra).
– Tolerar los tiempos de espera (en un paso de cebra).
– Las fórmulas sociales de saludo y despedida (“hola Guinness-adiós Guinness”, con lenguaje verbal y no verbal).
– La bajada del estrés y la ansiedad (el simple hecho de pasear con la perra ya reduce ambas sintomatologías).
Materiales necesarios para llevar a cabo esta Actividad
Para llevar a cabo esta Actividad se necesitarían los siguientes materiales:
– Un cinturón para el niño (el que utiliza este niño en concreto mide 70 centímetros).
– Un arnés para la perra.
– Un anclaje para el niño de 1 ó 1,10 metros, que irá al arnés de la perra desde el cinturón del niño, quedando el mismo anclado a la perra.
– Un asa que irá en el arnés de la perra para que el niño vaya cogido de ella (se puede utilizar un collar de perro).
– Una correa que iría atada al arnés para en caso de haber alguna fuga por parte del niño, el guía canino pueda bloquearla, reduciendo de esta forma dicha conducta de fuga.

«Dentro del Autismo sabemos que cada niño es totalmente diferente a otro»

Cosas a Tener en Cuenta…
Dentro del Autismo sabemos que cada niño es totalmente diferente a otro, no hay dos niños que tengan los mismos síntomas, ni tampoco el mismo estado cognitivo.
Por lo que tendremos niños que aceptarán el cinturón a la primera (como es el caso) y otros que tardarán varias sesiones en aceptarlo. También pasará lo mismo con el anclaje y cogerse al asa, así como pasear con el animal. Con lo cual, el tiempo o las sesiones que se necesiten para ello dependerán de cada niño.
Es muy importante realizarle las respectivas pautas mediante pictogramas ya que facilitará el trabajo porque el niño sabrá en todo momento que es lo que le toca o va a hacer.
Primero se tiene que trabajar en lugar sin distracciones, como una sala, donde se le pone el cinturón y el anclaje. Una vez acepte estos y ya se vaya cogiendo al animal, se pasaría a aumentar los estímulos poco a poco (iríamos a un parque donde no hubiera muchas distracciones) y seguidamente cuando se vea que todo lo hace correctamente pasaríamos a realizarlo directamente en la calle, con todos los estímulos que esta conlleva (personas, perros, coches, motos,….).
En el caso que nos ocupa en la séptima, octava y novena sesión ya estábamos con el niño en la calle, con distracciones y trabajando su seguridad en la misma. En estas sesiones no tuvo ninguna conducta de fuga y se nota que disfruta paseando con Guinness, además de que se le ve muy relajado en el paseo.
Las sesiones se están haciendo con una duración de unos 30 minutos y siempre acaban en un parque para que el niño, una vez se despide de la perra “Adiós Guinness” pueda jugar en los columpios, cosa que también le encanta.

Como se realiza la Actividad
Con este niño estamos trabajando con Condicionamiento Instrumental y Operante. Primero se le dice el Estímulo Discriminativo (ED) que es la orden, ésta va seguida de la Respuesta (R) del niño y cuando cumple la orden, se le refuerza (premio).
Ejemplo: se le da la orden de que se coja del asa de la perra, “coge” o “asa” (ED), el niño se coge (R), el refuerzo es que pasea con la perra.
Otro lo tendríamos cuando su familiar le ordena que se pare en un paso de cebra. El niño premia seguidamente a la perra por hacerlo bien -pararse- lo que hace que a través de ella aprenda a pararse.
También el hecho de ir cogido a la perra y pasear con ella le enseña al niño a pasear correctamente, ya que la misma va dirigiendo el paseo por la zona donde se debe hacer correctamente, lo más alejado posible del bordillo de la acera, independientemente de la dirección en la que se vaya paseando (acera derecha o izquierda).

Tipos de Perros y su Adiestramiento
Para realizar esta Actividad se tendría que disponer de un perro tipo labrador, golden retriever, pastor alemán o razas de la misma altura o peso (de más de 25 kilos) -no es imprescindible que sean de raza, también valen los mestizos-; lo que hay que tener en cuenta, es que sean fuertes para que puedan aguantar los tirones que le pueda dar el niño o la niña y no tengan problemas de cadera (como displasia). También sería conveniente que fueran perros que les guste mucho la comida para que vayan más pendientes del guía.
En cuanto al adiestramiento, además de tener una obediencia básica con un muy buen “quieto”, tendrían que ser habituados y adiestrados a una obediencia específica para que supieran realizar lo siguiente:

· Enseñarle todo tipo de presiones y contactos para que no les suba el estrés.
· Acostumbrarlo a las conductas de fuga.
· Girar a derecha e izquierda.
· Parar a la orden.
· Caminar a la orden.
· Subir y bajar escaleras (por si se llegará a trabajar en algún Centro Comercial, Estación de Tren….).

Conclusión
A nuestro parecer, la utilización de perros en este tipo de actividades funciona muy bien a causa de que el niño lo aprende todo a través del animal de una forma más rápida.
Por todo lo anterior, queremos animar a familiares, educadores/as y terapeutas a que realicen este tipo de intervenciones para alcanzar los objetivos de una forma más rápida y también para mejorar la calidad de vida y la integración social de estos niños y niñas que tienen Trastorno de Espectro Autista.

N. de la R. Este artículo no está ilustrado por respeto a la intimidad de los protagonistas.

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