Reforma Ley de experimentación animal

Aprobada la reforma de la Ley que regula la experimentación con animales

PACMA considera que esta modificación es insuficiente, puesto que no pretende evitar el sufrimiento y sacrificio de animales. PACMA apuesta por incentivar la inversión económica y científica que valide nuevos métodos de experimentación alternativos que no utilicen animales.

La modificación de la Ley 32/2007, de 7 de noviembre, para el cuidado de los animales en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio que se ha llevado a cabo, resulta insuficiente. Solamente supone una adecuación a la Directiva Europea de 2010, relativa a la protección de los animales utilizados para fines científicos, que obliga a los Estados miembro a adaptar sus respectivas legislaciones.

Los políticos que han apoyado esta reforma no tienen interés real en mejorar las condiciones de los animales y paliar o evitar su sufrimiento, sino simplemente en cumplir la Directiva Europea.

La legislación debería adecuarse al hecho de que someter a los animales a prácticas que les causen dolor y padecimiento es contrario a la consideración como seres sensibles que establece la Directiva.

Si un ser sufre, ese sufrimiento debe ser reconocido como algo negativo, y ha de ser evitado. Este enfoque es ignorado por la modificación legislativa aprobada.

Aunque reducir en grado y número los experimentos con animales es positivo, todo el esfuerzo será en vano si no se implementan métodos alternativos que eviten la matanza de miles de animales en experimentos de todo tipo. Según indica esta Ley, la sobredosis de anestésico, la dislocación cervical o el uso de gases inertes seguirán siendo métodos permitidos y aceptados.

En 2010 se utilizaron en los laboratorios de España 1.344.986 animales en diferentes y dolorosas pruebas que acabaron con la vida de 855 perros y 192 gatos, así como de decenas de miles de conejos, roedores, vacas o cerdos, y esta nueva legislación lo seguirá permitiendo.

La modificación de Ley aprobada prohíbe la experimentación con grandes simios, como chimpancés, gorilas y orangutanes. Si bien nunca se ha experimentado con ellos en España, la prohibición expresa evitará que pueda hacerse en el futuro. Felicitamos por ello al Proyecto Gran Simio, que ha luchado durante años por conseguir este avance.

Desde el Partido Animalista apuestan por incentivar la inversión económica y científica que valide nuevos métodos de experimentación en los que se utilicen células madre, tejidos humanos y modelos informáticos, trabajo del que se encarga el Centro Europeo de Validación de Métodos Alternativos (CEVMA), para su posterior validación por los consejos reguladores de los diferentes estados. Un proceso burocrático que no está siendo rápido ni efectivo.

Sin embargo, el principal impedimento para el fin de la experimentación animal se centra en la industria farmacéutica y los laboratorios, que se lucran de los beneficios de la experimentación en animales y las redes clientelares que este lobby ha establecido a nivel político, y que impiden la aprobación a nivel europeo de métodos alternativos.

Cabe destacar que la industria farmacéutica no comparte los resultados de los experimentos sobre animales, haciendo que otros laboratorios repitan pruebas cuyos resultados ya se conocen.

Por otro lado, PACMA considera que la promulgación de la nueva Ley debería incluir un reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia a la experimentación con animales. A día de hoy un gran número de estudiantes se ven obligados a participar en experimentos con animales que resultan totalmente innecesarios, debido a la existencia de métodos alternativos.

Muchos estudiantes son incapaces de participar en los citados experimentos, y eso les lleva a dejar los estudios, lo cual dificulta que haya un mayor número de veterinarios, biólogos, etc. con una conciencia desarrollada en lo relativo al sufrimiento animal.

Desde PACMA recuerdan que España incumple flagrantemente la legislación sobre zoológicos y el sacrificio en mataderos, motivos por los que ha sido sancionada en varias ocasiones.

Además, los índices de abandono de animales son de los más altos de la Unión Europea y no existe una política que busque reducirlos y dar solución al sacrificio masivo en las perreras, mientras se permite la venta de animales sin regulación alguna. La tauromaquia, prohibida en toda la Unión Europea y numerosos países de América Latina, recibe 600 millones de euros de subvenciones públicas cada año.

En definitiva, no existe voluntad política por mejorar la situación en la que se encuentran los animales y la aprobación de leyes como esta solamente constituyen un lavado de imagen para quienes las impulsan y apoyan.

El Partido Animalista – PACMA es el único que hace una defensa íntegra de los derechos de todos los animales y busca introducir en la agenda política la necesidad de llevar a cabo cambios legislativos reales que mejoren la situación en la que se encuentran y acaben con prácticas nocivas y moralmente inaceptables, como la caza o la tauromaquia.