¿Saben nadar TODOS los perros?

Pues… No, no todos los perros saben nadar

Todos los años nos encontramos con tristes noticias en las que personas se ahogan intentando rescatar a sus perros. En muchas ocasiones son accidentes, de muy difícil prevención, pero en otras son errores que se pagan muy caros, y es que por mucho que nos cueste creerlo, ni a todos los perros les gusta el agua ni todos saben nadar. Que todos los perros saben nadar es una creencia muy arraigada, que puede resultar peligrosa. No todos los perros saben nadar, ni todos lo pueden hacer con la misma habilidad y/o seguridad en circunstancias un poco complicadas (como puede ser un simple río).

Los perros que mejor nadan… y los que peor
Como siempre dependerá del individuo, de sus experiencias y de su modo de vida, pero si hablamos de «perros acuáticos», podemos asegurar sin temor a equivocarnos demasiado que terranova, golden retriever y labrador retriever son los tres reyes del medio acuático (y por los mismos motivos, los más utilizados en rescate en agua).

Pero también hay perros que nadan francamente mal, a los que solo podremos permitir disfrutar de los baños en entornos muy seguros y sencillos. Perros braiquicéfalos en general (bulldog inglés, bulldog francés, carlino, shih tzu…) no suelen ser precisamente buenos nadadores. Y los galgos serían el segundo grupo de perros que tampoco son grandes nadadores.

Algunas precauciones…
Buen tiempo, calor, playas, ríos o embalses… «Tírale la pelota, verás como sabe nadar» es la frase más repetida y peligrosa. Incluso con los perros que sí saben nadar, deberíamos tener mucho cuidado si hay corrientes, obstáculos o cualquier situación que no permita el acceso rápido y sencillo a la orilla. Las piscinas son igualmente peligrosas si no existe una escalera «de obra», pero incluso así, deberíamos mostrar al perro el «camino de salida» para que lo tenga perfectamente localizado y generalizado esté donde esté de la piscina. ¿Has viso las piscinas valladas para evitar la entrada de niños? Pues con los perros debería ser exactamente lo mismo, y nunca dejarlos sin supervisión, ni siquiera aunque se trate de las razas que «sí nadan».

Si cumplimos con las mínimas precauciones, la natación se convierte en el mejor medio para hacer ejercicio, sobre todo en perros mayores o con problemas articulares (se evita el impacto en las articulaciones que se produce al correr). Los perros ganan masa muscular con facilidad nadando, y eso es sinónimo de salud articular.