¡Más fáciles de lo que parece!

El sábado publicábamos en la página de Facebook de doogweb unas fotos de los perros en la piscina. Vale, no son como las de Seth Casteel, pero lo cierto es que el equipo utilizado cuesta unas 30 veces menos, ¡y las fotos no son 30 veces peores! ¿Quieres saber cómo se hicieron?

Algunos apuntes sobre fotos de perros en la piscina
Yo utilizo una Canon Powershot D10, que es una compacta muy sencillita y económica. En el modo más angular (el que hay que utilizar en la piscina) tiene una luminosidad de 2.8, que no está nada mal. Lo peor es que no es una cámara de acción, y mientas que enfoca y dispara, pasa demasiado tiempo (además no tiene disparo continuo, así que te lo juegas todo a una foto). En cualquier caso, aunque tiene sus años y ahora las hay mejores, con sus limitaciones, es una cámara divertida para jugar en la piscina (se supone que soporta inmersiones a 10 metros de profundidad y una caída libre de 1 metro y algo, así que no nos la cargaremos a la primera de cambio).

Lo primero es asegurarse que los perros protagonistas dominan el entorno. Las piscinas son muy peligrosas si los perros no saben por dónde salir. Aunque la escalera sea «de obra» o «romana», es imprescindible que el perro esté entrenado para utilizarla. Recuerda también que los perros pueden jugar y jugar hasta el agotamiento, y la mejor foto no merecerá ese esfuerzo. Con perros sin mucho fondo físico está bien para empezar diez tandas de fotos cada día (10 lanzamiento de juguetes al agua si es el caso), no más. Claro que… es más probable que seamos nosotros los que no aguantemos esas diez intentonas.

Lo primero es la seguridad. Maite (amiga de Facebook-doogweb) enseño a su perrita golden Dafi a salir utilizando una escalera metálica.

A lo que vamos, para hacer fotos a los perros no nos queda otra que utilizar juguetes, mejor si flotan. Si tu perro bucea un poco será todo mucho más fácil y espectacular, y si no… al menos tendrás unas imágenes originales y muy diferentes a las típicas del parque.

En la configuración de la cámara poco que elegir (modo automático, ¡es una compacta!), balance de blancos en «luz día», zoom al mínimo (angular, «paisaje»…) para tener más posibilidades de éxito en el encuadre, y prever que la cámara es lenta entre enfoque y disparo (eso le sucede a la mayoría de compactas). El sol mejor a la espalda como marca el a-b-c del principiante en fotografía (en el agua es más importante si cabe esta posición). Hay que tirar muchas fotos, no seas rácan@ que es gratis, y después elegir.

¡Ya tengo las fotos!
Bueno… quitando las mal encuadradas, las que sólo muestran agua con burbujas, patas de perros o piernas nuestras, con un poco de suerte habrá un par de imágenes que merezcan la pena. Pero lo normal es que incluso éstas estén francamente «regular» de color. No importa, tocando los niveles, algo de contraste, luminosidad y nitidez la foto parece otra. Si «controlas» un poco más, puedes atreverte a modificar las dominantes de color (en este caso suelen ser dominantes azules). Un editor de fotos muy completo (y gratuito) es Gimp.

Así «sale» la foto de la cámara, evidentemente necesita un poco de trabajo posterior…

Y así puede quedar (aunque es un retoque un poco exagerado para que se aprecie la diferencia).

Y listo, ya tienes una imagen de tu perro muy diferente, como ésta de Wendy, que aunque parece un oso polar es una golden retriever.

¿Quieres ideas para tus fotos? Aprovecha lo que nos enseña el maestro en fotografía subacuática de perros, Seth Casteel.