¿Y si jugamos al ajedrez con los perros?

O al menos prevemos un poco más las acciones…

¿Y si jugamos al ajedrez con los perros? :)

Los mejores ajedrecistas consiguen reproducir mentalmente las diferentes alternativas que pueden darse según se vayan sucediendo las jugadas. Dicen que pueden evaluar y valorar lo que sucederá en una secuencia de diez a quince jugadas (y lo que hará su contrincante, que es lo más importante). Si ese mismo ajedrecista, por muy técnico que sea, sólo jugara a un movimiento, perdería completamente la efectividad y, desde luego, sería vencido con facilidad por otro ajedrecista, tal vez menos formado, pero con más «visión»…

¿Hablamos de perros?
Pues lo mismo sucede cuando hablamos de adiestramiento de perros. No importa si se trata de una educación básica, o de un adiestramiento avanzado. Debemos prever las acciones y reacciones de nuestros perros a «varios movimientos vista».

Si, por ejemplo, estamos practicando la llamada, el perro puede venir a la primera→reforzamos→liberamos→volvemos a practicar la llamada (o no)…

Pero si no acudiera ¿por qué ha fallado la llamada? Dependiendo de la respuesta y la reacción del perro así debemos reaccionar nosotros (teniendo en cuenta algunas «jugadas» no solo lo inmediato).

Lo mismo sucede en cualquier otro entrenamiento. ¿Un simple «sienta»? Después de la señal el perro no ha reaccionado, pero… ¿Hemos fallado nosotros, el lenguaje gestual ha sido correcto, el perro se ha «dispersado» con algo, hay distracciones que deben ser trabajadas antes de avanzar al siguiente escalón, la señal es la correcta? Las «jugadas» pueden ser muchas, y cada variación en cada una de ellas afectará al resto de acciones.

¿Y si jugamos al ajedrez con nuestros perros? :)

Y si no ha hecho el «sienta» en la calle porque se ha ido a ver a un perro amiguete, pero además en la acera de enfrente pasea una perra en celo, y los coches están circulando… Sí, la seguridad de nuestros perros también tiene que ver con jugar al ajedrez.

Y saber jugar al ajedrez no es difícil, sólo hace falta querer aprender, practicar y no arriesgar. Además, no son necesarias diez «jugadas», con tres o cuatro nos podremos manejar perfectamente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *