Cómo evitar una pelea de perros (y buenos modales caninos)

Quien evita el riesgo…

Es uno de los episodios más desagradables que podemos vivir con nuestros perros. No importa si nuestro perro es «responsable» o no, lo de verdad importante es evitar en todo lo que sea posible que se produzca una pelea entre perros.

Los buenos modales caninos
Debemos permitir que nuestros perros interactúen con otros perros equilibrados con toda la frecuencia posible. Cuando son cachorros tienen licencia para hacer lo que quieran, pero durante la adolescencia, el perro tiene que aprender buenos modales caninos.

Eso supondrá alguna reprimenda por parte de los mayores cuando no sepa medir sus fuerzas, pero los perros que no han tenido una adolescencia rica en relaciones con otros perros pueden tener problemas importantes a la hora relacionarse en la edad adulta.

La socialización de los cachorros es muy importante, pero el desarrollo de sus habilidades sociales durante la juventud, es la consolidación de su futura relación con el mundo.

Razones más frecuentes por las que se desencadenan la peleas de perros
Un juguete. La posesión de un «juguete» (y «juguete» puede ser algo tan sin valor como un palo) es uno de los desencadenantes más frecuentes de peleas.

En grupos de perros amigables, que han aprendido a «compartir» desde que son cachorros, no habrá problemas, e incluso podemos observar cómo «esperan turnos», pero evitar una pelea entre perros que no se conocen lo mejor es eliminar los juguetes.

Comida. Es un caso muy parecido al anterior, al fin y al cabo un «recurso» es algo valioso, y los juguetes y la comida lo son para los perros.

Muchas peleas se producen por algo tan tonto como dar un premio a un perro, el premio se cae al suelo y otro perro que estaba cerca lo intenta coger…

No entrenes con perros desconocidos sin preguntar por sus reacciones a los dueños, y evita los «premios» en situaciones comprometidas.

Atención del dueño. Sí, eso que popularmente conocemos como «celos», no deja de ser un nuevo caso se protección de recursos (para los perros somos su «recurso» más valioso).

Así que no es raro que perros -especialmente los más inseguros- compitan por nuestra atención o presencia.

De nuestra actuación depende que se produzcan, o no, muchas peleas entre perros

¿Entonces es todo «protección de recursos»?
Pues no todo. Las peleas se pueden producir por otros muchos motivos, por alteraciones hormonales (hembras en celo que se pelean entre ellas), dolor (enfermedades tan habituales como una otitis producen mucho dolor y pueden desencadenar la temida pelea en perros absolutamente equilibrados y pacíficos) e incluso un mal manejo de la correa o un empujón durante el juego también puede acabar en un revolcón.

Pero la protección de recursos es la causa número uno de las peleas de perros, y lo más importante, es algo que podemos controlar casi en el cien por cien de las situaciones (evitando los juguetes, los premios, las caricias a destiempo…).

Muchas, muchísimas peleas de perros se pueden evitar simplemente con que nuestra actuación sea la apropiada.