Perros detectores de veneno, «Operación Venenum»

Perros entrenados, el medio más rápido y fiable de lucha contra el veneno

Perros entrenados, el medio más rápido y fiable de lucha contra el veneno

La Operación Venenum es una de las más conocidas en la lucha contra este tipo de delitos ecológicos. Comenzó a mediados del  mes de enero de 2013, cuando se localizó en la Comarca del Bajo Cinca el cadáver de un águila real. Tras ello, los agentes precintaron al animal y lo entregaron en el centro de recuperación de fauna silvestre de La Alfranca (Zaragoza) para realizarle la correspondiente necropsia. Este análisis determinó que el águila había muerto a causa de la ingesta de un cebo impregnado de un potente veneno que se utilizaba como insecticida para árboles frutales hasta que en 2007 se prohibió su uso.

Operación Venenum, dos fases
En la primera fase de la operación se realizaron batidas a pie por el entorno que podía contener depósitos de cebos envenenados. En el perímetro de un coto privado de caza vallado se localizaron cadáveres de varias aves rapaces incluidas en el catálogo nacional de especies amenazadas. Tras la realización de la necropsia se constató que también habían muerto por ingesta de cebos envenenados con el mismo tipo de veneno que el ejemplar de águila real.

En una segunda fase, los agentes organizaron un dispositivo de vigilancia y efectuaron varios registros en naves, almacenes y casetas del interior del coto, donde incautaron multitud de cepos, jaulas trampa y otros métodos no selectivos de captura de animales.

Durante una batida en el coto de caza encontraron nuevos ejemplares de rapaces envenenadas, así como trozos de conejos desgarrados junto a las mismas. Tras ello, los enviaron al Centro Superior de Investigaciones Científicas de Ciudad Real para realizar un análisis e informe.

Del estudio de todas estas pruebas se pudo imputar al trabajador del coto y vecino de la Comarca del Bajo Cinca.

Veneno altamente letal
El veneno utilizado es altamente letal y de acción rápida y fulminante. Actúa en el sistema nervioso central parasimpático del animal y anula de forma casi inminente su capacidad de movimiento, lo cual provoca una muerte agónica de los animales que lo ingieren.

En la operación han participado agentes del Seprona de la Guardia Civil de Fraga y de la Unidad de perros de búsqueda de venenos.

Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Fraga (Huesca), y el imputado quedó a disposición de la autoridad judicial.

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