Can de la mano ¡nos gusta mucho!

Can de la mano ayuda a los niños con estancias prolongadas en el Hospital La Fe de Valencia

La mayoría del equipo que hace posible Can de la mano es personal de La Fe. La hospitalización repetida o prolongada de los niños y las niñas con enfermedades crónicas rompe su ritmo vital y conlleva un elevado nivel de ansiedad.

La Fe, hospital de referencia en la Comunitat Valenciana para atención Infantil con mayor número de ingresos de niñ@s con patología crónica o múltiple, tiene en marcha programas de voluntariado y actividades culturales y lúdicas, así como una Unidad Pedagógica Hospitalaria, que humanizan más el hospital y les ayuda a recomponer su realidad.

Existen experiencias, dentro y fuera de nuestro país, de uso de perros de asistencia en el entorno hospitalario pediátrico.

Objetivos de Can de la mano
Mejorar la tolerancia a la hospitalización mediante la adopción virtual de un perro y el encuentro con el mismo durante el ingreso.

Reducir la interrupción de las actividades habituales del niño/a con el ingreso, así como el nivel de ansiedad del /la menor y sus familiares.

Ofrecer a los profesionales del Departament La Fe y a sus familiares un medio para incrementar su grado de implicación y pertenencia al centro sanitario, a través de un Programa de Voluntariado.

Can de la mano ayuda a los niños con estancias prolongadas en el Hospital La Fe de Valencia.
Captura de video de Youtube (ver al inicio).

Resultados de los encuentros después de un año
En 9 niños y niñas (entre 4‐13 años) de Oncología Pediátrica se han producido una veintena de encuentros y tanto los y las menores como sus familiares y el personal sanitario los han valorado muy positivamente.

Can de la mano se ha convertido en Incentivo de ilusión y desconexión de la rutina hospitalaria, incluso en ingresos sucesivos, la visita del perro es vivida por el/la paciente como un estímulo que resta carga negativa a la hospitalización.

Los perros incrementan emociones positivas, tanto en los niños como en sus padres y/ o madres, generan emociones positivas anticipatorias: Para el niño, el hecho de estar pendiente de la visita de la mascota genera una mejora en su estado emocional horas y
días antes del propio encuentro. Este beneficio se refuerza con las visitas sucesivas.

Las interacciones con los perros permiten un cambio de contexto, que aún dentro del entorno hospitalario, es vivido por el/la paciente como un respiro (salir de la habitación). Así, recuperan la oportunidad de tener contacto con un animal, que es una de las muchas pérdidas que los niños tienen como consecuencia de la enfermedad. Y es de lo que más echan de menos.

Además, los perros proporcionan seguridad a los niños y niñas (sensación de protección) y les hace sentirse especiales. Afianzan su seguridad y se ven más fortalecidos/as a la hora de afrontar otros temores relacionados con el entorno hospitalario.

• Más información: Hospital La Fe.

Los dueños y perros que participan en Can de la mano han seguido un programa de adiestramiento bajo la dirección de Víctor Caballero, educador canino. Las sesiones teórico prácticas se han desarrollado en el Centro Canino Argos que dirige y en el propio Hospital Universitari i Politècnic La Fe.

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