El gruñido de los perros es comunicación, no agresión

Entender a los perros, la asignatura pendiente

Perro-agresivo

 

El gruñido de los perros es un comportamiento por lo general incomprendido y malinterpretado en el mundo humano. La mayoría de las personas piensan que se trata del paso inmediatamente anterior a morder, y que por lo tanto es un comportamiento que se debería eliminar. ¿O no es así?

¿Por qué gruñen los perros?
En realidad los perros pueden gruñir por muchos motivos (incluso por juego), aunque hay uno que es el principal: En su idioma, el gruñido equivale a «me estás molestando», y un gruñido que aumenta en intensidad, volumen y va acompañado de otros comportamientos y lenguaje corporal podría equivaler a «déjame en paz, me estoy enfadando mucho…».

¿Es entonces el gruñido un  precursor del mordisco? Puede serlo sí.De hecho el nivel 1 de agresividad canina se define como «perro que gruñe y muerde en el vacío sin establecer contacto». Ver niveles de agresividad en perros.

Sin embargo, ése precisamente es el valor del gruñido: avisa, y por ello evita en la mayoría de ocasiones confrontaciones mayores. El gruñido es por lo tanto un aviso muy útil para evitar peleas o agresiones

Y la inmediata derivada es que resulta muy útil y hace buen aquel refrán de «perro ladrador, poco mordedor», porque un perro en el que el gruñido ha sido inhibido (por ejemplo mediante el uso de castigos) no utiliza este recurso sonoro para avisar de su incomodidad o enfado. Un perro que no gruñe es un perro que puede llegar a morder sin avisar, simplemente porque ha perdido la capacidad de avisar.

¿Moraleja? Debemos respetar el gruñido de los perros, entre ello o incluso si va dirigido a las personas. El gruñido para el perro es un recurso de evitación de conflictos mayores, y para nosotros es un aviso que debemos tener presente.

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