Los perros y su entorno… ¿es el apropiado?

¿Viven felices nuestros perros?Modificar el entorno y la rutina, sin provocar situaciones estresantes en exceso enriquece la vida de nuestros perros ¡y la nuestra!

Muchos perros «modernos» comparten vida con su familia humana en un piso, de más o menos metros, en núcleos urbanos y con vidas «fáciles» en entornos perfectamente controlados y repetitivos. Es más, en otras ocasiones hemos comentado que una rutina es positiva para el perro: debe comer a las mismas horas y disponer de un entorno cómodo, adaptado a sus necesidades. Pero eso no lo es todo, ni mucho menos

¿Qué es un entorno cómodo para un perro?
Tiene sus comederos, agua fresca disponible y hasta una colchoneta. Es un perro y no necesita nada más. Come todos los días, y encima gratis, es feliz ¡no tiene que trabajar!… Un momento ¿no tiene que trabajar? Ésa es la verdadera clave, los perros no tienen que trabajar en sus vidas modernas y urbanas. No tienen que guiar ovejas, ni avisar de los extraños, no tienen que buscar comida… no tienen que hacer nada. Y eso es «cómodo» desde la óptica humana, pero no es saludable. Es la antesala de todo tipo de problemas de comportamiento, desde la ansiedad, depresión o estereotipias, hasta la agresividad.

Las necesidades del perro
Estimular al perro debería satisfacer sus sentidos más desarrollados: Los perros huelen, mastican, tocan y escuchan. Curioso para un humano que es capaz de pasar horas mirando la televisión, pero los perros casi «no ven». Incluso las razas más visuales (los perros de pastoreo por lo general) pueden ser redirigidas a actividades olfativas (por ejemplo a juegos de nariz). Y los perros «todo nariz» (sabuesos…), directamente «no ven lo que les rodea» ¿nunca has observado a un beagle ensimismado en su mundo olfativo, ajeno a todo lo que le rodea por atractivo visualmente que sea?

Modificando un entorno aburrido
Así que… si los perros no «trabajan», y tienen todo gratis, no está de más modificar su entorno y proporcionarles experiencias agradables que les ayuden a  sobrellevar esa falta de trabajo.

Algunas ideas que ayudan a mejorar el entorno son:
Juguetes dispensadores de comida (Kong o similares).
Juegos de nariz.
Productos masticables
Música, sí… ¡música!

Y otras ideas para mejorar la rutina en nuestras salidas…:
Cambiar de parque, nuevos perros, nuevos olores…
Pasear, caminar, subir o bajar escaleras…
Jugar a búsqueda de objetos, comida o personas escondidas
Cambiar los juguetes (un día frisbee, otro día pelota-mordedor, otro juguete sonoro…)
Obediencia (no hace falta un gran nivel ni precisión, sólo practicar señales y acciones)
Autocontrol y disciplina «si quieres algo dame algo a cambio» ¡trabaja!

Aquello de que «un perro cansado es un perro feliz» es sólo una verdad a medias. Modificar el entorno y la rutina, sin provocar situaciones estresantes en exceso, enriquece la vida de nuestros perros ¡y la nuestra!

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