Niños con autismo que conviven con perros

Niños y perros…:
Siempre una gran relación

Niños y perros: Siempre una gran relación

Aunque las Intervenciones Asistidas con Animales para  niños con autismo son algo habitual, todavía hay sectores críticos que argumentan la escasez de estudios científicos independientes en los que se demuestren los beneficios de los perros (y otros animales) en los niños con TEA.

Problemas de los niños autistas
Uno de los problemas típicos de los niños con TEA -informan desde el Centro de Investigación de la Universidad de Missouri para la Interacción Humano-Animal (ReCHAI)- es que «los niños con trastorno del espectro autista a menudo tienen dificultades en la interacción con los demás niños, lo cual puede hacer que sea difícil para ellos para formar nuevas amistades».

Estudio sobre los perros en el hogar
En este estudio se examinó el papel de los perros en las familias de niños con autismo (7’0 familias) y su convivencia en el día a día (convivencia con perros de la familia, no se trata de intervenciones asistidas con animales).

Sesenta y siete por ciento de las familias tenían perros, y de estas familias el noventa y cuatro por ciento informó de que sus hijos tenían un gran vínculo con sus perros. Los padres describen que sus experiencias previas con perros y su creencia acerca de cómo resultarían positivos para sus hijos con autismo como elementos fundamentales a la hora de decidir tener un perro en casa.

Y el resultado del estudio es que los niños autistas que conviven con perros interactuaron con ellos durante el juego y/o compartieron su espacio personal. Los problemas sensoriales de los niños afectados de autismo disminuyeron durante su interacción con los perros, dentro y fuera del hogar.

En el estudio también se valoraron el tiempo y coste de atención que supone la propiedad de un perro.

Los principales beneficios para los niños con autismo fueron la oportunidad de aprender la responsabilidad sobre un animal que depende de ellos y el compañerismo.

• Más información: El estudio lo puedes encontrar en Journal of Pediatric Nursing.

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