Socialización de cachorros: busca el «todo»

En la socialización de cachorros debemos tener muy presente cómo «ve» el mundo un perro

Cachorro-perro

Y es que «ver» el mundo casi es lo de menos, los cachorros tienen que ver, oler, sentir y oír (siempre con medida, por supuesto), solo así conseguiremos una socialización efectiva y completa.

Socialización de cachorros, la vista: Nuestro cachorro debe ver (sobre todo) personas de todo tipo (desde bebés hasta ancian@s), con bastones, paraguas, gorros… Vistiendo ropa de deporte o abrigos, personas variopintas en definitiva. También es buena idea mostrarle animales grandes, como caballos y objetos grandes como autobuses. Otro punto a tener muy en cuenta en estas semanas son los objetos rápidos y silenciosos, como las bicicletas.

Socialización de cachorros, olfato: Deja que tu cachorro huela todo lo que quiera, incluso aquellas cosas que parezcan nimiedades. Solo hay un límite: la seguridad (no debe olisquear productos químicos o tóxicos), todo lo demás es «olisqueable».

Sentir el entorno, el tacto: Los cachorros deben pasear por superficies de todo tipo, arena, barro, césped, alfombras, piedras o metales. Cualquier material es bueno para experimentar. Pero sentir el «entorno» es también que nosotros lo manipulemos: comenzaremos con los  rituales de higiene (cepillado de pelo, de dientes y corte de uñas). Un cachorro que se deja manipular será un perro adulto que sufrirá menos estrés en sus visitas al veterinarios.

Oír el mundo, con cuidado: El sonido debe manejarse con especial cuidado durante la socialización del cachorro. Por lo general no suele presentar grandes problemas, pero en algunos ruidos la frontera entre la sorpresa y el miedo (e incluso el rapto emocional) es demasiado frágil. Eso sí, los cachorros que se han criado en ciudad, con motos, carritos de la compra y todo tipo de estímulos ruidosos, suelen ser mucho menos sensibles al sonido fuerte.

Un cachorro es un bebé de perro, que no se te olvide que nosotros también fuimos bebés (y más "pesados" que ellos)...

La medida de los estímulos, la clave
Durante la socialización hay un punto a tener siempre muy presente, es el que hemos llamado «medida». Todos los estímulos que vamos a presentar al cachorro son (en teoría) neutros, así que en realidad estamos practicando una habituación. Sin embargo, lo que para nosotros es «neutro» para un cachorro puede ser algo terrorífico, por eso es muy importante medir todos los estímulos, si sobrepasar los umbrales que puedan suponer entrar en la zona sensible.

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