¿Cómo usamos el cerebro para interpretar a los perros?

Los seres humanos y los perros han interactuado durante milenios. Como resultado, los seres humanos (y especialmente los dueños de perros) con frecuencia tratamos de interpretar el comportamiento de nuestros perros…

¿Cómo usamos el cerebro para interpretar a los perros?

Aunque hay una extensa investigación sobre las regiones cerebrales que participan en la representación mental del comportamiento de otras personas, sorprendentemente se sabe poco de si utilizamos estas mismas regiones del cerebro para analizar mentalmente el comportamiento animal.

En este estudio fMRI (resonancia magnética) los investigadores trataron de identificar si las regiones cerebrales involucradas en la mentalización de la conducta humana también están comprometidas cuando observan el comportamiento del perro.

Los investigadores demuestran que estas regiones del cerebro están más comprometidas cuando observan el comportamiento del perro que es difícil de interpretar en comparación con el comportamiento del perro que es fácil de interpretar.

Curiosamente, estos resultados no sólo se obtuvieron cuando los participantes fueron instruidos para inferir las razones de la conducta, sino también cuando vieron el comportamiento pasivamente.

Los estudios fMRI que investigan los mecanismos cerebrales involucrados en la observación del comportamiento del perro, mostraron activación en la red de neuronas espejo cuando el comportamiento observado se encontraba en el repertorio conductual del observador.

Por ejemplo, observar a un perro comiendo activó la red de neuronas espejo, mientras que un perro ladrando no lo hizo. Además, Kujala y sus colegas mostraron una activación más fuerte de varias regiones cerebrales en perros «expertos» cuando observaban imágenes de perros frente a frente en comparación con imágenes de perros mirando a otro lado.

Este patrón estaba ausente para los no expertos. Además, la magnitud de la activación cerebral en el pSTS se correlacionó con la experiencia que se tiene con los perros.

La pericia del perro, por lo tanto, parece estar correlacionada con la cantidad de activación del cerebro al observar el comportamiento del perro.

Los perros muestran lateralidad facial en respuesta a estímulos emocionales.

Horowitz (2009) realizó un estudio en el que a los perros se les ofreció un premio prohibido en ausencia de sus dueños. Los propietarios, fueron informados de que su perro era «culpable» o que el perro se comportó bien (esta información podría ser correcta o incorrecta).

Los propietarios se reunieron con sus perros y regañaron o saludaron a su perro (basado en la información que se le dio). Los resultados indicaron que la interpretación de las expresiones faciales de los perros (expresión de culpabilidad) era más indicativa del comportamiento del dueño (el dueño regañaba al perro o no) que del comportamiento del perro (se justificaba el regaño)…

• Más información: Estudio completo.

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