¿Aprendizaje por exclusión en los perros?

¿Es realmente Chaser un border collie especial?

¿Es posible el aprendizaje por exclusión en los perros? Si están entrenados en ello, sí.

Cuando conocimos a Chaser (la perrita border collie capaz de interpretar y asociar más de mil palabras, ver enlaces al pie) todos nos quedamos impresionados, y aunque los autores del «experimento» argumentaban que todavía quedaba potencial, y que habían «parado» por tratarse del «hito de los 1.000», lo cierto es que no parecía nada sencillo mejorar ese «récord». Sin embargo, lo que no sabíamos es que Chaser también es capaz de interpretar y aprender por exclusión lo que le piden sus adiestradores.

El aprendizaje por exclusión
Si te lo perdiste, recordamos que Chaser es capaz de diferenciar entre más de 1.000 objetos, e incluso asociar características como colores y texturas a esos objetos («tráeme el elefante de peluche rosa» es diferente a «tráeme el elefante de plástico rosa», o el elefante de peluche azul, por ejemplo).

Sin embargo, en el experimento sobre su capacidad de asociación se incorporó también una nueva variable, la exclusión. Así, Chaser es capaz también de identificar aquello que no conoce.

Si sus adiestradores incluyen un juguete nuevo en la montaña de otros juguetes (por ejemplo un peluche de oso que nunca antes ha visto) y le piden «trae el peluche de oso», como es algo que nunca ha escuchado antes, elimina de la selección todos aquellos juguetes ya conocidos -los excluye- y escoge el nuevo.

A partir de ese momento ese juguete ya tiene unas palabras que lo definen. Lo ha aprendido por exclusión.

Un ambiente extremadamente rico en diferentes estímulos es el que realmente ha contribuido a desarrollar esa inteligencia superlativa en Chaser

¿Cómo se adiestro a Chaser?
Lo cierto es que el programa de adiestramiento fue muy ambicioso. Desde que tenía dos meses de edad, sus adiestradores establecieron planes de formación de cinco horas al día.

¿Cómo refuerzan los aciertos? Pues sólo y exclusivamente con elogios verbales. Ahora, en un artículo publicado en la Universidad de Washington se preguntan si ese progreso habría sido posible con otro perro que no fuera un border collie, raza conocida por su inteligencia, pero que evidentemente no necesita conocer el nombre de miles de ovejas en el trabajo para el que fue seleccionada.

La conclusión es que la predisposición del border collie hacia el trabajo -hacia cualquier trabajo- también ha influido en que la propia selección de la cría contribuya a que cada vez sean más y más inteligentes…

Pero Chaser no es en realidad un border collie excepcional, sino que un ambiente extremadamente rico en diferentes estímulos es el que realmente ha contribuido a desarrollar esa inteligencia superlativa. Nació con las aptitudes propias de su raza, pero su formación continua hizo de ella lo que es hoy.

• Más información: Universidad de Washington.

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