¿Somos un referente social para nuestros perros?

La información que aportamos afecta al comportamiento y relación de los perros con el entorno

La referencia social es un proceso mediante el cual un individuo utiliza la información emocional proporcionada por otro individuo que le informa sobre un nuevo objeto/estímulo para guiar su propio comportamiento futuro hacia el mismo.

En este estudio, diferentes perros adultos se pusieron a prueba ante un paradigma de referencia social que implicó un objeto potencialmente aterrador, con información aportada por su dueño, y también por un desconocido -que actuaron como informadores- aportando un mensaje emocional en dos sentidos, positivo o negativo.

¿Se «fían» los perros de nosotros?
El objetivo del estudio era evaluar la influencia de la identidad del informante sobre el comportamiento de los perros al referenciar el objeto, y cómo regulan su comportamiento según el mensaje entregado por el humano y el uso de expresiones emocionales vocales y faciales. Los resultados muestran que la mayoría de los perros miraron a las personas, buscando referencias en el informante, independientemente de su identidad (si se trataba del dueño o de una persona extraña). Además, cuando el propietario actuó como informante de los perros que recibieron un mensaje emocional positivo cambió su comportamiento, mirando al objeto con más frecuencia y pasando más tiempo abordándolo y cerca del mismo, por el contrario, los perros a los que se les dio un mensaje negativo necesitaron más tiempo para el acercamiento al objeto y para interactuar con él.

La relación entre perro e informador puede influir en la regulación del comportamiento del perro

¿Y qué sucede con los desconocidos?
Sin embargo, existen algunas diferencias en el comportamiento del perro cuando la persona que informaba al perro era un desconocido, lo que sugiere que la relación perro-informador puede influir en la regulación del comportamiento del perro. Los resultados se discuten ahora en relación a los estudios sobre comunicación humano-perro, el apego, la modificación del estado de ánimo y la atención conjunta.

• Más información: El estudio es de Isabella Merola, Emanuela Prato-Previde y Sarah Marshall-Pescini, de la Sección de Psicología, Departamento de Ciencias Biomédicas y Tecnologías de la Universidad de Milán, Milán, Italia. Texto completo del estudio.