Perros, garrapatas y babesiosis

Cómo evitar las garrapatas

Con la primavera, llegan los meses del año en los que es más frecuente la aparición de parásitos externos en los perros, especialmente en entornos rurales (aunque no debemos descuidarnos en la ciudad).  Tradicionalmente hemos utilizado tres métodos para prevenir las garrapatas -juntos o por separado- como son los collares, las pipetas y los productos en spray o champúes. En la actualidad estos tres sistemas han evolucionado, y son extraordinariamente efectivos si se utilizan correctamente y somos conscientes de su duración.

Pero ¿realmente sabemos cuál es el idóneo para nuestro caso concreto? ¿Cuándo emplear cada uno o si se pueden complementar entre ellos?

Collares (por ejemplo Scalibor). Se basa en el efecto de los productos químicos que alberga el collar en su interior y que se van liberando Es un método muy efectivo y duradero (varios meses), además es resistente al agua. Sin embargo, debemos saber algunas cosas: No se pueden utilizar en cachorros por debajo de los dos meses de edad, no es efectivo inmediatamente (tarda alrededor de una semana en actuar), puede producir alergias, y tampoco es recomendable en caso de dermatitis o heridas. Tampoco es el mejor método si conviven varios perros juntos (es tóxico por ingestión).

Pipetas (tipo Spot-on). Es un método muy popular y seguro, sobre todo en perros pequeños (no recomendado en animales de menos de 2 kilos de peso). Se puede utilizar para prevenir y también para facilitar la eliminación de las garrapatas ya adheridas), y la aplicación es sencilla (se vierte entre los omóplatos del perro, se frota y listo) . Aunque el fipronil es muy seguro, no se debe utilizar en cachorros de menos de dos meses. Es el producto idóneo si tenemos varios perros juntos. Desgraciadamente, la efectividad es muy limitada en el tiempo, no superior a un mes. Una buena idea en zonas de «alto riesgo» es complementar el collar con las pipetas.

Sprays (por ejemplo Frontline). Al contrario de lo que dice la creencia popular, el producto no penetra en la piel. Resulta perfecto para los cachorros de cualquier edad y perros pequeños gracias a su escasa toxicidad, y también como tratamiento para facilitar la extracción de una garrapata ya instalada en la piel. En cuanto a lo «menos bueno», no es tan duradero (en el mejor de los casos es necesario repetir la aplicación cada mes) y es más incómodo de manipular (hay que rociar al perro con el volumen adecuado de producto en todo el cuerpo).

Acerca de la babesiosis:

Es una enfermedad grave, transmitida por las garrapatas y debida a un microorganismo llamado babesia. Los síntomas van desde la anemia, debilidad, fiebre o ictericia, hasta la muerte del perro afectado. Al contrario que otras enfermedades de origen parasitario, la babesiosis sí está presente en España. Y además de la babesiosis, las garrapatas pueden transmitir otras enfermedades, tanto al perro como al humano. ¡Es el momento de luchar contra ellas!