Cómo viajar en coche con perros

Tres alternativas cómodas y seguras

La Ley de Tráfico es clara: los perros deben ir en el coche de tal forma que no puedan acceder al conductor. Y eso sólo lo podemos conseguir si les impedimos el movimiento -voluntario o no- (con un arnés de seguridad), les bloqueamos el acceso al habitáculo (rejas separadoras) o viajan en transportines.

Arnés de seguridad

El arnés de seguridad es la opción perfecta para aquellos coches en los que el maletero queda cerrado (berlinas normales, no familiares). Es muy importante verificar que en su máxima extensión la cincha (que utiliza la misma fijación que el cinturón de seguridad) no permita que el perro alcance nunca al conductor. Por otro lado, es recomendable proteger la tapicería del coche (existen mantas plásticas o impermeables especificas para tal fin, bien en tiendas de mascotas, o también en las de aficionados al todoterreno, pues se utilizan para evitar el barro durante las travesías off road). Lógicamente, los arneses están disponibles en diferentes tallas. El precio es variable, los encontraremos desde unos 15 euros.

Reja separadora

Las rejas separadoras establecen un límite físico al perro, impidiendo su acceso al habitáculo, así que no es necesario adoptar ningún otro sistema añadido para bloquear su movimiento.

Además son regulables en anchura y altura, por lo que se adaptan a la práctica totalidad de modelos de coches del mercado sin modificar en nada el vehículo. Eso sí, el coche debe tener el maletero en el habitáculo, esto es: berlinas familiares, monovolúmenes o todoterrenos. Al igual que con los arneses, podemos incorporar algún cubre-maletero o similar para salvaguardarlo (en muchos modelos de coches existe como accesorio de la casa). Los precios dependen de la calidad, a partir de unos 40 euros.

Transportines

Pueden ser rígidos o flexibles y de diferentes calidades/homologaciones (el caso extremo son los viajes en avión, para los que se exigen transportines con homologación especial IATA)

Como aislan al perro completamente, los podemos utilizar tanto en el interior (asientos) como en el maletero (siempre en coches familiares o con maletero comunicado al interior). Si necesitamos transportar mucho equipaje nos permite optimizar mejor el espacio. No es necesario proteger el piso, aunque sí es recomendable hacerlo con el interior del transportín. Como es posible que el perro no quede directamente a la vista, es muy importante parar y verificar cómo va todo cada dos horas. El precio depende de tamaños y materiales. A partir de 50 euros.

N. de la R. Nuestro agradecimiento a Trixie España por facilitarnos las fotografías de los productos que ilustran este artículo.