¿Pueden influir los microchips en un aumento de tumores?
Algunos medios, especialmente prensa sensacionalista británica, han publicado artículos en los que siembran la duda acerca de la relación que pudiera existir entre el implante de microchips identificativos (obligatorio en España), y la proliferación de tumores malignos asociados. La duda está sembrada, y muchos propietarios de perros en todo el mundo se plantean la duda que nos han hecho llegar a doogweb: ¿puede llegar a ser peligroso implantar un microchip en nuestros perros?
El comienzo de las dudas
Desde mediados de los años 90 se han realizado diferentes estudios para averiguar si los microchips implantados animales (eso nos incluye también a los humanos) puede tener cierta incidencia en el incremento de casos de cáncer. Los primeros estudios empíricos en ratones parecían demostrar una relación directa ente implantes y cáncer. Científicos de la talla dell Dr. George Demetri (director del Centro de Sarcoma y Oncología Ósea del Instituto Dana-Farber de Boston) estuvo también de acuerdo: «A pesar de que la incidencia de tumores eran «razonablemente pequeña», en su opinión, existían «ciertos riesgos reales» en los implantes… Lo cierto es que los estudios siguen en marcha, pues para llegar a conclusiones deben hacerse en lapsos de tiempo de alrededor de 20 años como mínimo.
Los estudios actuales
En la actualidad los resultados son tranquilizadores. Por ejemplo: «Tras la utilización de microchips implantados para la identificación de animales de laboratorio durante más de una década sin formación de tumores, un grupo de investigadores observó una mayor incidencia de sarcomas en ratones heterocigotos (utilizados para un estudio de carcinogenicidad) 18 de 177 ratones (10% ) desarrollaron sarcoma en el lugar del implante del microchip. Sin embargo, los autores citan una mayor susceptibilidad de esta cepa de ratón para el desarrollo de los sarcomas en los lugares de implante de cuerpos extraños. Además, los autores afirmaron que el uso del mismo transpondedor en más de 2.000 ratones de una cepa diferente durante un período de 4 años, no dio lugar a la formación de tumores».
¿Y qué sucede con los perros?
Sin embargo, el primer informe de un microchip asociado a tumores en un animal doméstico se publicó en 2004. El perro, un macho mestizo de 11 años, desarrolló un liposarcoma en el lugar de implante del microchip. El propietario observó un pequeño nódulo unos 18 meses después de la inyección. El nódulo aumentado de tamaño y se retiró tres años después de la implantación inicial. El microchip se incrustó en el tumor. La eliminación quirúrgica completa se llevó a cabo, sin signos de recurrencia.
El segundo caso de un tumor asociado a microchips fue publicado por Vascellari en 2006. Un bulldog francés de 9 años, macho, desarrolló una masa subcutánea cerca del lugar de implante del microchip 8 meses después de la inyección (coincidiendo con vacunación de la rabia). La evaluación histopatológica reveló fibrosarcoma infiltrante (similar al observado en gatos, producido por inyecciones). Los autores del estudio no pudieron nunca determinar si el tumor fue inducido por el microchip, la vacuna contra la rabia, o un combinación de diversos factores.
Han transcurrido 13 años desde que la BSAVA está estudiando la incidencia de los implantes de microchip en mascotas y los tumores, y no ha habido más casos constatados en el Reino Unido, sólo los dos mencionados en este texto.
Fuentes:Asociación Británica Veterinaria de Pequeños Animales y Asociación Americana de Medicina Veterinaria.
Más información: Asociación Mundial de Profesionales Veterinarios y Oncología.
Interesante artículo. Pienso que también tendrá algo que ver el pienso que comen, como con la comida que comemos las personas.