«La raza agresiva no existe y nunca ha existido, lo que sí se afirma es la existencia de ejemplares de todo tipo de razas que debido a una cría y tenencia irresponsable adquieren una conducta agresiva en grado superior, en ocasiones llegando a ser patológica, por no saber tratarla o no querer hacerlo».
Por: Manuel Villar Dorado (Acreditado con GI/07 por Gobierno Vasco para la modificacion de conductas en PPP) y María Riesco Vila (Acreditada con GI/07 por Gobierno Vasco para la modificacion de conductas en PPP).
La agresividad en los cánidos es algo natural, es natural tanto en los de gran tamaño, como en los pequeños o tamaño medio. Forma parte de su sistema de supervivencia, el utilizarla le confiere su modo de posicionamiento en la estructura social de la manada, ganancia en la lucha por la comida y espacios de caza, además de ser la columna vertebral de la vía de socialización y jerarquía.
Este hecho científico, concluyente después de muchos estudios de la misma naturaleza, apoya incondicionalmente la idea de que no existe unas razas más agresivas que otras. Etolcanin ha realizado estudios sobre ejemplares de Canis familiaris (perro), con conductas agresivas enervadas o patológicas en las que se ha llegado a la conclusión de que en la mayoría de ellas el desencadénate ha sido: 85%
Una mala o nula Socialización (miedo, aversión, habituación, falta de actitudes sociales); 32% Una tenencia o Guiado no eficiente por parte del propietario (guías flojos o demasiado duros, no saber leer los comportamientos y las señales), 17% Problemas Físicos (agresividad por dolor), 9% Otras. En este estudio se han introducido todo tipo de razas, pastor alemán, doberman, pit bull, american stafford, teckel, beagle, rottweiler, pointer, pinscher, entre muchos otros.
Este estudio además de otros realizados en la Universidad de Córdoba, El Hospital Juan Canalejo del A Coruña, Royal College of Veterinary Surgeons o el Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Lincoln destacan lo mismo, la raza agresiva no existe y nunca ha existido, lo que sí se afirma es la existencia de ejemplares de todo tipo de razas que debido a una cría y tenencia irresponsable adquieren una conducta agresiva en grado superior, en ocasiones llegando a ser patológica, por no saber tratarla o no querer hacerlo.
Desde Etolcanin creemos que no se ha tomado en cuenta la opinión de los especialistas en comportamiento canino a la hora de elaborar una ley, en la que se apalea y se desprestigia a una serie de razas igual de preparadas que el resto para convivir entre nosotros.
El perro es sólo y exclusivamente lo que el dueño hace de él, y si el perro falla en algo, lo que el propietario debería preguntarse es: «¿en que he fallado yo con mi perro?». El ejemplar no es culpable de pertenecer a su raza, el propietario sí lo es de educarlo equivocadamente.