El miedo a los petardos en los perros (acustofobia)

Noche de San Juan ¡Cuidado con los petardos y los perros!

Por: Eduardo de Benito.

Perros con miedo a los petardos y la feromona del apaciguamiento.

¡Cuidado! Se acerca el 24 de Junio, noche de San Juan, noche de fiesta, de alegría y de petardos. El ruido excesivo es una importante agresión para el perro, cuya sensibilidad de oído es muy superior a la nuestra. Cada año la verbena de San Juan provoca en miles de perros crisis de pánico, les desorienta, les ocasiona dolor y miedo. Es una fobia al ruido. El perro con fobias siente un miedo irracional y desproporcionado respecto a un objeto o situación real que se lo provoca; él lo vive como una auténtica amenaza, de ahí la angustia y el pánico que le suscita. Como resultado de ello, trata de evitar esa situación. Presa del pánico el perro intenta huir, escapa corriendo de nuestro lado buscando un refugio del sonido de los petardos. Así se pierden cada año cientos de perros. El resultado es trágico, pues muchos no vuelven a ser recuperados o mueren atropellados en el tráfico.

La noche de San Juan es conveniente que tomes ciertas precauciones. Mantén al perro dentro de casa, en una habitación donde el ruido exterior sea más atenuado y deja las ventanas de toda la casa cerradas. No lo lleves a ver las hogueras ni lo saques a su hora de paseo cotidiano si este coincide con el momento de mayor actividad festiva. El perro debe ir en todo momento sujeto con la correa.

El miedo a los ruidos

El pánico ante los petardos es una de las fobias más comunes a los perros y recibe el nombre de acustofobia. El perro afectado de acustofobia trata de huir desesperadamente, si está en la calle puede perderse y si se encuentra encerrado en casa destruir cuanto encuentra a su alcance. El terror le embarga y buscará protección bajo las camas, en un armario o en cualquier rincón de la casa. Lo primero que debe saber el propietario es que el perro que siente miedo no es un cobarde, el miedo es una reacción natural instintiva ante fenómenos o situaciones potencialmente peligrosas.

El miedo rentable

El sobresalto del perro ante un petardo inoportuno la noche de San Juan es en cierto modo natural, si además se liga con una experiencia negativa ese miedo se transforma en fobia. Un petardo que estalle cerca del animal motivará que en el futuro los estallidos le provoquen verdaderos ataques de pánico.

No debemos olvidar que también hay una parte de conducta aprendida en los miedos del perro. Tras el primer petardo el propietario comprueba que su perro tiembla, entonces trata de darle tranquilidad, le habla con palabras sosegadas. El trato de su propietario es tan del agrado del perro que inmediatamente se pone a temblar más, gime con más intensidad, dramatiza la situación. De este modo, sin proponérselo, el propietario ha iniciado un proceso de sensibilización de su cachorro a los petardos. La mejor prevención consiste en ignorar el miedo del perro y, naturalmente, evitar exponer al animal a esa situación que lo provoca. Las caricias y la voz suave, muy gratificantes para el perro, refuerzan su respuesta al ruido («soy acariciado porque tengo miedo»).

Combatiendo las fobias

Para combatir la fobia una vez instaurada en el perro tenemos varios medios a nuestro alcance, el más natural y recomendable es la desensibilización sistemática del perro, enseñándolo a tolerar el ruido, algo que debe llevar a cabo un etólogo.

Las feromonas de apaciguamiento pueden ayudar a prevenir las situaciones de estrés y finalmente, en los casos de mayor gravedad, el veterinario recurrirá a una medicación adecuada, posiblemente la prescripción de tranquilizantes.

La feromona apaciguadora canina

Los progresos de la etología clínica han permitido en los últimos años sintetizar feromonas caninas. Las feromonas son sustancias químicas secretadas por un individuo con el fin de provocar un comportamiento determinado en otro individuo de la misma u otra especie. La comunicación olfativa es de gran importancia en el perro y la respuesta de la especie a las feromonas es muy alta. La recepción de una feromona es muy visible en animales como el gato o el caballo, pero menos en otras como el perro, aunque los efectos sean similares. La recepción se conoce como «reflejo de Flehmen», del alemán “flehmen”, que significa arrugar el labio superior. Esto es muy notorio en los gatos, que efectúan una verdadera mueca al retraer los labios ayudando a exponer su órgano de Jacobson (un órgano auxiliar del sentido del olfato) en contacto con las partículas olorosas. El interés del perro por oler las marcaciones de orina de sus congéneres es debido a la captación de feromonas que le dan valiosa información como la presencia de una perra encelo o las características de otros perros que antes han pasado por allí marcando la zona.

Además de las feromonas execradas con la orina los perros producen feromonas por la región perianal y mamaria, siendo estas últimas las que más han interesados a los etólogos preocupados por el bienestar psíquico de los perros. La feromona apaciguadora canina, conocida por sus singlas inglesas DAP (dog appeasing pheromone) es producida de forma natural por las glándulas sebáceas de las mamas de las perras lactantes y tiene una finalidad apaciguadora. En el momento de mamar el cachorro aspira esas feromonas que tienen una acción tranquilizadora y le transmiten bienestar y quietud. Los etólogos han comprobado que el mismo efecto perdura en el perro adulto. Su uso por tanto esta indicado en todas aquellas situaciones que provocan estrés y nerviosismo en el perro, como miedo a los ruidos, siendo un magnífico coadyuvante de tratamientos más agresivos en los momentos de crisis, como los tranquilizantes, y como apoyo en las terapias de desensibilización, en las que mediante la exposición sistemática del perro a los ruidos que le aterran se trata de crear un contracondicionamiento.

«El producto DAP debe ser recomendado por un veterinario, ya sea generalista o especializado en comportamiento».

En España la comercializa los laboratorios Vetoquinol con la marca DAP. El producto consiste en un difusor eléctrico y un vial de 48 ml., con un área de actividad de 70 m2 con una duración continuada de 4 semanas. No es un sedante, es la feromona sintética. DAP es imperceptible por las personas, no la huelen y no actúa sobre ellas ni les provoca ningún daño, pues es específico para perros y sólo a ellos les hace efecto.

En cualquier caso el producto debe ser recomendado por un veterinario, ya sea generalista o especializado en comportamiento, que instaure un tratamiento adecuado que evite las crisis de pánico en nuestra mascota. Habla con tu veterinario.

22 comentarios en “El miedo a los petardos en los perros (acustofobia)

  1. Esta informacion es correcta, pero no hace nada de incapie en tratar las fobias sin medicacion, cosa que tambien se puede hacer. Aunque lleve mas tiempo.

    De todos modos, enhorabuena por la informacion. Pero a ver si es posible un articulo con casos «medio-practicos» de desensibilizacion…se agradeceria

  2. Bueno pues yo soy de ALICANTE, por suerte vivo en San Vicente del Raspeig y no escucho ningún petardo. Pero menos mal. Porque mi perro Urian es pánico lo que tiene a los petardos.
    Todo empezó de cachorro cuando le llevamos a una procesión. Fue un error, pues tenía que haberle sensibilizado poco a poco y desde esa traca, el perro quedó marcado. Ahora cuando estoy en la calle y suena un petardo, el agacha el rabo y mi decisión ha sido llamarle y cogerle en brazos para protegerle. Está claro que no es la solución, pero prefiero eso a que se me valla corriendo. Pues lo mío me ha costado. Y por supuesto no tardo en irme a casa, y ya no le dejo suelto, pues no he probado, pero sería bastante fácil que se fuera el solo, caminito a casa. Gracias por el artículo.

  3. Es posible que un perro tenga ese paníco a los petardos dias despues de escuchar uno …los temblores de los perros espostanteos pueden ser de otra cosa .Gracias

  4. Vivo en un pueblo de Huelva y por aquí cuando no es por una romería es por dos y cuando no es por alguna feria, en definitiva es que tenemos cohetes y petardos todo el año, mi perro, Baco, hasta antes de cumplir un año o año y medio le daba lo mismo que sonara uno o mil cohetes, le daba igual, pero de un año para otro cambió y desde entonces se pone a ladrar sin parar mientras esté escuchando los cohetes, si estamos en casa nos busca y se pega a nosotros y sigue ladrando, pero si no estamos en casa se esconde en su caseta y ni se escucha(esto lo sé porque tengo el trabajo debajo de mi casa y desde el trabajo oigo todo lo que hace). Ya tiene casi cinco años y medio y supongo que ya no va a cambiar, pero creo que los ruidos no va con él, es muy miedica, por ejemplo un día desayunando abrí una napolitana de su envoltura individual haciendo presión y explota un poco, vamos que el ruido que hace no es comparable con un petardo, pero desde entonces que no nos vea con algo de plástico en las manos que pueda explotar porque se va a la otra punta de la casa, lo más lejos posible, para que vuelva le doy a oler la bolsa o el paquete de lo que sea y se lo dejo delante en el suelo para que vea que no hace daño, después lo coge y se pone a jugar dejándome plástico por todos lados, pero no se le quita el miedo. Creo que nunca se le quitará, pero intentaremos seguir los consejos que dais para haber si sufre menos, mi Baco es un cocker spaniel y le queremos con locura. Un saludo.
    Anecdota: este año nos pilló en la calle paseando a Baco la entrada al pueblo de la hermandad del Rocío, por supuesto hubo muchos cohetes, y hubo un momento que tuvimos que pasar cerca del cohetero(a unos 20 o 30 metros de él), Baco giró la cabeza hacia donde estaba el hombre, ladrando y tirando de la correa hacia él y fue un momento que la expresión que puso fue como » te he cogido la cara, ven pa’ca chulo y tírame cohetes si te atreves», parecía que se lo quería comer, jajaja, pero después de todo mi Baco es un pedazo de pan. Un beso!!!

  5. Mi perro un podenco nunca tuvo miedo,hasta que de repente un dia de Navidad se asustó y ahi empezó,ahora que los petardos y cohetes son cada vez más frecuentes,como los tontos,se pne a llorar y si estamos en la calle sale disparado a casa,pero temblando,en casa está relativamente tranquilo si estoy yo,sino no sé que le pasaría,pero me gustaría encontrar ayuda,la 1ªvez tuvo una auténtica depresión,y no soy tonta,le pusimos el collar DAP,y aromasnaturales en los que yo no creia,soy enfermera,de la rama científica pura,pero había visto que a los gatos les fue fenomenal,bueno pues a charli,masajes y el aroma,fenomenal,volvio a estar alegre y querer salir.Pero es un problema de verdad.

    1. Sï, lo de DAP suena «raro», pero hay muchos estudios que -precisamente en los problemas de acustofobia- han demostrado que es muy efectivo. Saludos!

  6. Gracias por el articulo . Hanna tiene fobia a los petardos desde un dia que gano el Barça y estabamos de paseo y tiraron un monton de petardos y tracas. Antes cuando oia un petardo salia corriendo y costaba mucho volver a cogerla, ahora he conseguido que se agache y venga a mi y la ato y a casa corriendo. Se que no es lo mejor pero al menos no la pierdo.En casa se esconde debajo de una mesilla pequeña del comedor y se queda alli yo no le digo nada y dejo que le pase.
    Este San Juan le voy a dar algun tranquilizante asi estaremos mas tranquilos todos.

    1. Hanna, prueba con feromonas DAP. Los tranquilizantes no dan buenos resultados en fobias a los ruidos, incluso pueden crear mucha inseguridad y malestar en los perros. Saludos.

  7. Pues la Asociación Nacional de Adiestradores Profesionales sí recomienda el uso de antidepresivos, propanolol y tranquilizantes fenotiacínicos como apoyo en el tratamiento de las fobias a los ruidos.
    Un saludo.

    1. Sulcata, cuánto tiempo… Y sobre esto qué quieres que te diga… «zapatero a tus zapatos»: medicación (y esto lo es) bajo control veterinario.
      Saludos.

  8. Nosotros hicimos que nuestra perra asociara los ruidos con juego, por ejempo cuando pasaba el tren,( sobre todo el de mercancias que es escandaloso) le tirábamos la pelota para que jugara, y se ponía super feliz. Cuando había un partido y sabíamos que habría petardos hacíamos igual, su pelota es la clave.. Su primer San Juan tenía 9 meses e hicimos lo mismo, en la semana de antes que son mas de vez en cuando, jugabamos con ella cada vez que tiraban un petardo. Y a nosotros nos ha funcionado, la verdad es que no le da miedo, la noche de San Juan la pasa bastante bien y además ese día si podemos, solemos irnos todo el día a la montaña y cuando llegamos, está super relajada. A ver, si le tiran un petardo cerca se asusta, igual que me asusto yo, pero eso es todo. En definitiva es asociar ruido a juego. Nunca acariciar el estado de miedo. Espero haber ayudado.

    1. Justo eso Merche, es contracondicionamiento puro ¡y funciona!
      Sin embargo, consolar a los perros no es malo. Al ser un estado emocional no se puede reforzar y sí aliviar.
      Saludos.

  9. Yo no recomiendo dar fenotiacinas a un perro con miedo y ya no digamos fobia, está demostrado que aunque bloquean los músculos (el perro se mueve menos o nada); pueden percibir todo lo que sucede a su alrededor perfectamente, incluso sienten los ruidos con mucha mayor intensidad de forma que lo único que conseguimos es el efecto contrario agravando áun más el problema.

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