El sentido más importante y desarrollado de los canes
Que el sentido del olfato está muy desarrollado en los perros no es nada nuevo, pero quizás no sea tan conocido que la diferencia con el humano es de 40 a 1: el perro cuenta con más de 200 millones de células olfativas a su servicio (en razas como el bloodhound más aún), mientras que nosotros sólo tenemos 5 millones. Esto les permite rastrear de una forma casi mágica, y el hombre lo ha utilizado a lo largo de los siglos para todo tipo de propósitos, desde la detección de todo tipo de sustancias, hasta la búsqueda de personas desaparecidas, o servicios tan diversos como rastrear focas a través del hielo, buscar trufas enterradas o detectar algunos tipos de cáncer. Cómo funciona el olfato
Pero no todo acaba en las fosas nasales del perro, también las células epiteliales del órgano de Jacobson tienen su relevancia, al igual que la parte del cerebro dedicada a interpretar olores, mucho más desarrollada que en otras especies, y también a la zona del hipotálamo responsable del comportamiento sexual y la inter-relación con el medio (con otros perros, con las personas…) . El resultado es que el perro tiene un olfato aún mucho más potente que las “cuarenta veces” que se comentaban al principio, y que le ayuda a interpretar el medio y todo lo que le rodea.
«Está demostrado que los perros son capaces incluso de olfatear e identificar el olor de las feromonas».
En lo referente a la fisiología del olfato: las minúsculas moléculas que contienen el olor –al introducirse por las fosas nasales– son disueltas en el interior de las fosas nasales, entran en contacto con el epitelio, donde son disueltas, y pasan a los receptores neuronales que las identifican. En realidad es similar a como sucede en otros mamíferos, pero con una potencia y fiabilidad desconocida en otros animales. Está demostrado que los perros son capaces incluso de olfatear e identificar el olor de las feromonas.