Manifiesto del Adiestramiento por Refuerzo Progresivo

Un paso más allá del «Adiestramiento en Positivo»

Manifiesto del Adiestramiento por Refuerzo Progresivo.

Por: Emily Larlham (ver texto original).

Traducción: www.doogweb.es (traducción y adaptación autorizada por Emily Larlham).

Manifiesto del Adiestramiento por Refuerzo Progresivo.La necesidad de una nueva definición:

Existe un tipo de adiestramiento de animales que no implica ninguna forma de intimidación, confrontación, violencia, reprimendas, o dominación.

Este tipo de adiestramiento no basado en la violencia  ha pasado por muchas denominaciones: «Adiestramiento con clicker», «Adiestramiento en Positivo», «Adiestramiento con Refuerzo Positivo», y «Adiestramiento con Premios», entre otros. Es necesario un término más específico, más preciso, y más ajustado a la realidad. Las definiciones anteriores se han utilizado tan alegremente en los últimos años que han perdido su significado original. ¿Cómo ha sucedido esto? Adiestradores que utilizan métodos de presión pueden incorporar un clicker para marcar el comportamiento deseable y se refieren a sí mismos como un «Adiestrador con Clicker.» Los entrenadores que utilizan métodos dolorosos o intimidatorios pueden incluir premios de comida o un juguete en su adiestramiento y se refieren a sí mismos como «Adiestradores con premios» o «Adiestradores por Refuerzo Positivo». Es muy posible que personas soliciten los servicios de un adiestrador que dice ser «positivo», para después descubrir que ese adiestrador utiliza la violencia física hacia los animales.

Propongo un nuevo término que los adiestradores y público en general puedan utilizar para referirse a este tipo de formación moderna -un sistema de adiestramiento que no sólo es humano, compasivo y seguro, sino que también se basa en los últimos estudios científicos-. Debido a que este tipo de adiestramiento constantemente incorpora los últimos hallazgos científicos es más fiable, y porque promueve un progreso evolutivo hacia una relación más armoniosa entre el hombre y los animales que viven con ellos, se define como Adiestramiento por Refuerzo Progresivo.

Adiestramiento por Refuerzo Progresivo es  esencialmente la enseñanza a los animales recompensando los comportamientos deseados, excluyendo en todo momento el uso intencionado de la intimidación física o psicológica.

Adiestramiento por Refuerzo Progresivo significa:

1) Adiestramiento recompensando las conductas deseables, por lo que será más probable que ocurran en el futuro, al tiempo que se evita el refuerzo de las conductas que son indeseables.

Un ejemplo: Dejar que un perro camine hacia adelante, mientras que la correa queda floja para oler un arbusto como recompensa por no tirar, sin dejar que el perro alcance el arbusto si la correa se tensa (por lo que tirando de la correa no se ve recompensado).

Otro ejemplo: Si estás entrenando a tu perro para saludar a los invitados con cortesía, en primer lugar reforzar al perro con calma por mantener las cuatro patas en el suelo (sin saltar) en estas situaciones, y luego, cuando el perro salta quitar su atención brevemente (dando la espalda). Sin embargo, si simplemente tratamos de enseñar a un perro a no saltar girando lejos del perro varias veces sin recompensa, para él las decisiones correctas pueden ser frustrantes. Si el perro se da cuenta de que el salto no está recibiendo la atención intentará una conducta alternativa, sin embargo, es más probable que intente saltar más alto, ladrar, lloriquear, y morder parado o sentado para llamar la atención. Al recompensar al perro por lo que usted quiere que haga le damos al perro un comportamiento alternativo y correcto para realizar cuando lo que está haciendo no está funcionando.

Ejemplos de premios:
Alimentos, juguetes, atención, personas, otros animales, correr, oler, nadar, salir, entrar a la casa, etcétera.

Ten en cuenta que es el animal quien elige lo que le es gratificante, no el adiestrador. Esto significa que si le das a tu perro un premio por sentarse, luego pide que se siente otra vez y él no se sienta, es muy probable que el perro no encuentra el premio lo suficientemente  gratificante. Otras cosas a tener en cuenta son que las recompensas no serán efectivas si el perro está lleno, o el animal se encuentra estresado.

2) La interrupción y la prevención de comportamientos indeseables sin intimidación física o psicológica, así como gratificar una respuesta alternativa (la creación de un comportamiento correcto que sustituya al incorrecto).

Un ejemplo: Si quieres entrenar a un perro para que no se tumbe en el sofá, lo primero es enseñar al perro a hacer lo que queremos. Es decir, entrenarlo para ir a acostarse a su cama en lugar de al sofá. Luego, cuando el perro trate de ir en el sofá, se le puede interrumpir y redirigir al lugar apropiado (su cama), de modo que subir al sofá queda sin refuerzo. Durante el proceso de formación también se utilizan la gestión y la prevención: si estamos lejos de la casa, bloquearemos el acceso del perro al sofá, ya que es probable que elija a tumbarse en él y será reforzado para hacerlo en nuestra ausencia.

Se puede interrumpir un comportamiento no deseado de un animal para que no se auto-refuerce sin usar la intimidación física o mental. Para ello, se puede entrenar al animal para responder a una señal de atención o un recuerdo, algo que significa «deja de hacer lo que estás haciendo mírame», o «deja de hacer lo que estás haciendo y ven aquí inmediatamente».

Un ejemplo de adiestramiento básico: «sonido que significa atención e  interrupción de lo que se está haciendo».
En primer lugar efectuamos el sonido elegido para que el perro responda (un silbido o un sonido de besos) y luego asociamos a un premio. Repetimos este procedimiento hasta que el animal está expectante del premio después de oir el sonido. A continuación hacemos el sonido mientras el animal está mirando a otro lado y si el animal vuelve a mirarnos (por el premio), marcamos el comportamiento, ya sea con un solo clic (usando un clicker) o diciendo «¡sí!». Una vez que se han repetido este paso varias veces se pueden añadir distracciones. Llevando al perro con correa impedimos que alcance la «distracción» (tal vez un pedazo de comida en el suelo), hacemos el sonido de llamada el ruido atención, y clic o  «sí» para reforzar el comportamiento, si el animal se vuelve hacia nosotros después del sonido de llamada. Si el perro no se vuelve hacia nosotros, no haremos clic ni reforzaremos con el «sí». No debemos permitir que el perro alcance la distracción en la que está interesado. También podemos dar un paso atrás de la distracción para hacer más fácil para que el perro que pueda tener éxito. Podemos condicionar este ruido de atención o un recuerdo a la memoria muscular de la misma manera que un conductor responde a una luz verde de un semáforo de luz (la luz verde significa ¡adelante!). Una vez que se han creado muchos escenarios diferentes, donde el animal puede desactivar en lo que él está interesado y hacia ti y mirar, podremos empezar a utilizar el sonido para interrumpir los comportamientos indeseables que nos encontremos.

Ten en cuenta que si no no haces caso al perro y sólo le prestas atención cuando está realizando un comportamiento no deseado, estarás adiestrando para hacer exactamente lo que no deseas al proporcionar la atención cada vez que se produce el comportamiento erróneo. Así que el objetivo es premiar a los animales las respuestas alternativas a las mismas situaciones en relación con la interrupción y la prevención de los comportamientos indeseables.

Ejemplo: Si su perro te roba los calcetines y corre con ellos alrededor de la casa con ellos para conseguir su atención, tienes que reforzar al perro con tu atención cuando está en calma y no hace nada. Cuando tu perro está tranquilamente tumbado a tus pies en silencio es cuando se le debe reforzar con más atención que cuando sale con la ropa interior corriendo.

3) Debemos tener en cuenta el estado emocional del perro y los niveles de estrés.

Loa adiestradores que empleamos el Refuerzo Progresivo leemos el lenguaje corporal del perro para detectar signos de estrés o excitación y ajustar el enfoque e intensidad del adiestramiento en consecuencia.

Ejemplo: Evitar al perro la situación de estrés en la que un niño le está  molestando.

4) La socialización y la enseñanza de un animal para hacer frente a su entorno mediante el refuerzo.

También se puede utilizar el Adiestramiento por Refuerzo Progresivo para socializar y enseñar a un animal a hacer frente a su entorno dejando que experimente situaciones de baja intensidad o no estresantes, en las que el animal pueda tener éxito y ganar premios por realizar la conducta deseada. A continuación, se pueden aumentar la dificultad y las distracciones, con el objetivo de que el perro gane confianza y sea un animal equilibrado.

Un ejemplo: Enseñar a un animal para estar relajado y tranquilo mientras se le manipula mediante el uso de refuerzo. El perro de Pavlov fue entrenado para tener una nueva respuesta a una campana, porque el sonido de una campana era relacionado con alimento. Podemos entrenar a nuestros perros a disfrutar de la manipulación muy fácilmente: al tocar al perro y luego premiar al perro, y aumentar la manipulación a medida que el perro se encuentre tranquilo. Si el perro tiende a alejarse, el adiestrador tendría que retroceder un paso para que el perro se sienta cómodo y gane confianza (condicionamiento clásico).

Otro ejemplo: Premiar al perro por un comportamiento de calma ante una situación estresante (tal vez una carretera con mucho tráfico). Primero desde lejos, para ir acercándonos a medida que el perro permanece calmado. Si el perro está demasiado excitado o estresado, daremos un paso atrás y volveremos a empezar.

5) El uso de un marcador para el adiestramiento, ya se trate de un clicker, algún otro sonido, su voz, gestos, o un marcador visual. O, por el contrario, sin marcador y en su lugar -por ejemplo- reforzar al perro con un regalo directamente a su boca.

El marcador se puede utilizar para determinar el comportamiento correcto. Le dice al perro que lo que está haciendo en ese momento exacto en el tiempo supondrá un refuerzo.

Por ejemplo: Si un perro se sienta, el adiestrador puede hacer clic en el momento en el que el perro está sentado, y después dar un premio. O el entrenador puede decir: «¡sí!» en un tono positivo y después dar al perro una golosina, soltarlo para conseguir un juguete…

También es posible reforzar el comportamiento sin necesidad de utilizar un marcador. Por ejemplo, puedes premiar al perro por mirar a otro perro con el que intercambia una respuesta emocional positiva (condicionamiento clásico). O reforzar al perro por estar en calma en casa dejándole una golosina entre las patas cuando no se lo espera. Esto hará que el que sea más probable que se repita ese comportamiento en el futuro.

6) El empleo de un método de adiestramiento más humano, eficaz y respetuoso, basado en las evidencias científicas más recientes.

El compromiso con el Adiestramiento por Refuerzo Progresivo es seguir y respetar estos principios no sólo en las sesiones de adiestramiento, sino el cien por cien del tiempo que pasamos con el perro.

Manifiesto del Adiestramiento por Refuerzo Progresivo.

En la página Dogmantics, de Emily Larlham, tienes mucha documentación y vídeos sobre el Adiestramiento por Refuerzo Progresivo.

Adiestramiento por Refuerzo Progresivo no significa:

1) El uso deliberado de la intimidación física o psicológica.

Con la voz, el tacto, el lenguaje corporal, un dispositivo cualquiera, o el medio ambiente para intimidar a un animal con el fin de continuar, iniciar o finalizar el comportamiento del animal.

Ejemplos: Mirando al perro de forma deliberada inclinados sobre él, empujando, tirando, impactando, con chorros de agua, sorprendiendo con un ruido, o con la voz de una manera intimidatoria para suprimir la conducta (decir «no» o «eh»).

2) Ignorar intencionadamente los niveles de estrés de un perro o sus señales de excitación.

Colocar intencionadamente al perro en situaciones de exceso de estrés a las que no puede hacer frente, en lugar de exponer al animal de tal manera que esté bajo su umbral de tolerancia (el perro puede tomar decisiones y hacer frente al problema).

Ejemplo: Forzar a un animal ante algo que le resulta extraño mientras el perro está ofreciendo una amplia gama de señales de estrés y evitación.

Ejemplo: Arrastrar al perro a través de una superficie que le asusta y se niega a cruzar, en vez de enseñar a que el animal se sienta confiado y tranquilo atravesando la superficie usando contracondicionamiento (premiaremos al perro para que coja confianza hasta que el animal esté seguro de cruzar tranquilamente por su cuenta).

3) Mantener objetivos egoístas en el adiestramiento.

Poner al perro ante riesgos físicos o psicológicos de forma intencionada sólo para satisfacer nuestros propios intereses.

El compromiso con el Adiestramiento por Refuerzo Progresivo es no utilizar ninguna de estas técnicas intimidatorias, ni durante el adiestramiento ni en ningún otro momento.

Manifiesto del Adiestramiento por Refuerzo Progresivo.

¿Por qué no debemos utilizar presiones o intimidaciones físicas o psicológicas?

Por razones científicas, morales y éticas. El uso de estas formas de condicionamiento puede producir efectos secundarios no deseados, además de otro tipo de traumas en los perros.

Problemas que conllevan el uso de la intimidación física o psicológica:

1. Sin un buen timing, intensidad y coherencia, el «adiestramiento» equivale a nada más que un abuso.
2. El animal aprende a evitar el castigo con el fin de disfrutar de los comportamientos no deseados.
3. Estas técnicas pueden causar daños irreversibles emocionales en el animal.
4. El castigo puede aumentar las hormonas del estrés, la excitación, y la agresión.
5. Los animales pueden habituarse al castigo, la intensidad deberá aumentarse para tener algún efecto en el animal.
6. No se pueden cambiar en un animal sus respuestas emocionales básicas ante los niños, adultos, o ante otros animales mediante el castigo o intimidación; castigando sólo se pueden suprimir conductas no cambiarlas.
7. La intimidación puede causar que los perros oculten sus signos de advertencia antes de intentar morder.
8. Los perros entrenados con el castigo puede sentirse atrapado por sus controladores, ya que la decisión de abandonar una «estancia» o dejar el lado del guía (para escapar de un niño molesto, por ejemplo) puede provocar el castigo. Los animales que sienten que no tienen escape tienden a morder en lugar de alejarse.
9. La intimidación puede aumentar el comportamiento que desea extinguir, ya que la intimidación también es dar una forma de atención a un animal.
10. La presencia del castigo se convierte en enemigo del refuerzo para el animal. Si castigas a tu perro utilizando la intimidación, es más difícil competir con el valor del refuerzo de otras cosas que encuentra en el medio. El perro encuentra otros estímulos en el ambiente más gratificantes, y cada vez nos asocia más con el castigo en lugar de con recompensas.
11) Los perros que han sido entrenados con intimidación física o psicológica no ofrecen por sí mismos comportamientos espontáneos. Son más difíciles de adiestrar.
12) Los propios guías que utilizan la intimidación como castigo tienden a castigar a sus animales con mayor facilidad en el futuro y propio llega a ser gratificante (que obtienen el resultado que querían: golpear a un perro lo hizo dejar de ladrar, por lo que tendrán más probabilidades de golpear el perro en el futuro). En otras palabras, recurrir a la intimidación física o psicológica produce cambios en nuestros propios comportamientos.

En conclusión, el Adiestramiento por Refuerzo Progresivo no es una forma permisiva de adiestramiento. Se requiere proporcionar consecuencias para todos los comportamientos. El adiestrador asume el papel de un líder benevolente y guía en el uso de estos métodos éticos y con base científica.

9 comentarios en “Manifiesto del Adiestramiento por Refuerzo Progresivo

  1. Muchas gracias por la traducción.

    Es una satisfacción poner en práctica todo esto y comprobar que funciona. Aunque a veces se pierde la paciencia, nos vemos desbordados y los resultados no son inmediatos o todo lo bueno que quisiéramos (no todos somos expertos adiestradores, como tampoco somos expertos mecánicos o expertos informáticos). Porque no dejan de ser técnicas complejas que necesitan de verdaderos expertos para llevarse a cabo. Imagino que, debido a ello, mucha gente opta por el camino «fácil».

  2. Me uno a Kuno en agradecer la traducción. No lo conocía y me parece la mejor filosofia de educacion canina :), pero no son tecnicas complicadas. Largas tal vez, pero no complicadas. Gacias.

  3. Cómo me gustaría que esto se aplicase no sólo de cara a la galería, sino «de verdad». Me quedo horrorizada de ver cómo profesionales se jactan de trabajar en positivo y «respetando al perro» y es todo lo contrario. Uno de los puntos que más me ha llamado la atención ha sido: «poner al perro ante riesgos físicos o psicológicos de forma intencionada sólo para satisfacer nuestros propios intereses». En mi opinión ahí empieza todo. Por satisfacer nuestros propios intereses nos olvidamos del perro, el cual siempre intenta comunicarse con nosotros y no somos capaces (o no queremos) entenderle porque no nos interesa.
    Nos empeñamos en que todo vale para todos los perros, y no es así. Cada perro es diferente y tiene sus propias preferencias, sus propias experiencias… etc. y somos nosotros los que DEBEMOS aceptarlo y adaptarnos a cada uno de ellos. Un perro puede ser más sensible que otro a los cambios en su entorno. Y así con todo.

    Gracias por la traducción, ha sido un placer leerlo 🙂

  4. Hola, yo tengo una duda..en el caso de enseñarle a redirigirse a nosotros con un sonido cuando vaya a tener un comportamiento equivocado. Hay un momento en el que el perro haya entendido que no debe coger nada del suelo? o tenemos que estar toda la vida atentos a sus movimientos? porque lo suyo es que se acostumbre a no coger nada, no que tengamos que estar constantemente pendientes para que nos mire cuando vaya a coger algo ya que eso es imposible cuando le sueltes por ejemplo para jugar con otros perros y puede reforzarse por conseguir esas conductas cuando no esté a nuestro lado. ?¿

  5. Yo me siento satisfecha de los resultados que he tenido hasta ahora con mi perro, utilizando el refuerzo positivo. Tengo un perro muy miedoso, si no aplicase este método, tendría un perro histéricamente miedoso y seguramente infeliz.

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