El boyero de Berna, originariamente, se utilizó como perro de trabajo (pastoreo y guarda), pero es más conocido actualmente por su amor incondicional a la familia a la que pertenece. Afectuoso, alegre y activo, este grande y potente boyero suizo tiene el triste récord de ser una de las razas menos longevas que existen en la actualidad, hasta el punto de que mejorar su esperanza de vida es una de las prioridades más importantes y buscadas por los criadores de la raza y por el Club Suizo de los Boyeros de Berna.