¿Es la castración la solución a la agresividad, provoca obesidad, evita tumores…?

Por: Rosana Álvarez Bueno (Etología Veterinaria).
Conductas sexualmente dimórficas
Antes de entrar en materia sobre si a un perro o perra se le extirpan sus partes pudendas, hablaremos sobre una serie de conductas llamadas sexualmente dimórficas.
Son conductas que dependen de la acción de las hormonas sexuales sobre el sistema nervioso central. Podemos verlas tanto en un sexo como en otro, pero normalmente son más frecuentes en uno de ellos (es una cuestión cuantitativa)
El cerebro de un cachorro se “masculiniza” debido a los efectos de la testosterona si este cachorro va a ser macho, mientras que la hembra nacerá hembra, si no hay suficiente testosterona que actúe sobre su cerebro prenatal.
Un ejemplo de conducta sexualmente dimórfica lo tenemos en la postura de micción. Durante las 2 primeras semanas de vida esta conducta es estimulada por la madre en sus cachorros, y a partir de ahí se va haciendo independiente. Las diferencias entre los dos sexos empiezan a ocurrir a los 2 meses. A partir de los 2 meses el macho pasa a la postura juvenil, de pie y con el cuerpo inclinado hacia delante, y a los 4-6 meses empieza a mostrar la postura de adulto levantando una de las patas traseras. Los andrógenos y los estrógenos aumentan la conducta de micción en cada sexo.
El marcaje territorial también responde a un proceso de diferenciación sexual. Parece ser que la vasopresina, neurotransmisor también conocido como hormona antidiurética, estimula la conducta de marcaje con orina, activada a su vez por la testosterona.
Acerca de la agresividad…
La agresividad ofensiva también depende del efecto estimulador de esta hormona, por lo que también es más frecuente en machos. Dentro de la agresividad ofensiva tenemos la intrasexual y la competitiva o por dominancia. Esto no quiere decir que cuanta más testosterona circule por las venas de un perro éste será más agresivo, sino que todo ello depende del efecto activador que la testosterona tenga sobre el sistema nervioso central, y sobre todo de la experiencia previa del perro en esa determinada conducta.
Por último tenemos la conducta de vagabundeo como conducta más frecuente en machos.










Muy interesante. Artículos como estos son lo que deberían llegar a la gente. Lo digo porque cuando entras en foros donde se hablan de estas cuestiones te encuentras con falsos mitos, datos contradictorios… Muchas veces no te puedes fiar.