Lobos, perros, humanos y comportamiento social

Los lobos son más inteligentes que los perros

Lobos, perros, humanos y comportamiento social.

El comportamiento y la capacidad cognitiva de los cánidos es algo que fascina a los científicos de medio mundo. De igual modo, el comportamiento social, la comunicación que se da entre los miembros de la «manada», del grupo social, es también fascinante y sustenta diferentes teorías y observaciones, dando origen a lo que conocemos como las jerarquías, el tan nombrado líder de la manada, las señales de calma...

En la Universidad de Eotvos, Budapest (Hungría) han dado un paso más. En los estudios realizados por el doctor Adam Miklosi buscan desvelar datos más profundos, y los resultados de los experimentos son fascinantes:
Los lobos son más inteligentes que los perros (y que los niños) en determinadas circunstancias. Los lobos observan, analizan y actúan con más eficiencia que los perros y niños a la hora de buscar un objeto en un determinado escenario (se colocaba el objeto en un lugar determinado y se permitía que lo localizaran, después de cambiaba a otro lugar y perros y niños continuaban buscando en el lugar inicial, mientras que los lobos rápidamente analizaban la situación para buscar de nuevo en otro sitio, encontrando el objeto con más rapidez). Sin embargo, los perros son mucho más sensibles a la voz humana y a los cambios de entonación que los lobos (se les podía dar indicaciones con facilidad, incluso empleando palabras que nunca antes habían escuchado), lo que los científicos interpretan como una recepetividad producto de miles de años de domesticación, y una prueba más para afianzar esta teoría.

Sin embargo, continuando con estos apasionantes estudios de comportamiento (en este caso con perros y niños) se ha comprobado que perros y niños comparten un imprinting genético que de alguna forma les facilita aprender de las indicaciones humanas, ambos nacen con facilidad para aprender del hombre. El lobo, por el contrario, no mostraba esa facilidad, incluso tratándose se animales nacidos en cautiverio, de padres que a su vez tampoco eran salvajes, los lobos no mostraron en ningún momento esa afinidad con el ser humano.

Los niños confían en el hombre como especie, los perros en la persona como individuo. Un dato muy curioso, quizás uno de los más interesantes del estudio, es que cuando el interlocutor del experimento cambiaba, los niños continuaban sin apenas modificar su comportamiento atendiendo al nuevo, mientras que los perros se tomaban su tiempo para reaccionar, empezando prácticamente desde cero la secuencia.

El comportamiento social de los perros ha evolucionado desde aquellos lejanos tiempos en los que dejó de ser lobo, ha cambiado desde hace miles de años, hoy es un animal doméstico perfectamente conectado y adaptado al hombre.

4 comentarios en “Lobos, perros, humanos y comportamiento social

  1. Yo tengo un perro lobo, se llama Duende, es listísimo, sabe pedir todo lo que quiere y ademas es muy cariñoso, he mandado una foto a Pelo Pico Pata, la revista, para que me la saquen, ya verás que guapo es

  2. Hola.
    Creo que se dan pocos datos del estudio y se generaliza mucho.
    Los lobos son más inteligente que los perros en determinadas circunstancias, ¿y en otras circunstancias son menos inteligentes?, pero ¿respecto a qué razas de perros y qué razas de lobos? ¿Hay más diferencias de inteligencia en esas circunstancias entre lobos y perros que entre dos perros de diferentes razas, por ejemplo un border collie y un dálmata? No sé si ese estudio da datos. Lo mismo diria sobre la facilidad para aprender del hombre. No aprende igual un cocker que un border collie. Es decir, que dentro de una especie (lobo y perro son de la misma especie) no tienen todos los individuos la misma capacidades.
    No es ninguna novedad que el perro confie en el hombre como individuo y que cuando cambia la persona tarda tiempo en confiar. esto mismo contradice la afirmación de que hay perfecta conexión y afinidad con el hombre. Eso supondria que la comunicación entre hombre y perro fuera buena, y sin embargo vemos que pocas personas se comunican bien con los perros. Y es más, los problemas psicológicos de los perros son todos producto de la convivencia con el hombre. Eso demuestra que la adptación al hombre no es tan buena como parece. Pasa como en los humanos. Decimos que estamos adaptados a la vida sedentaria y artificial de la ciudad y a la civilización. Sin embargo, padecemos enfermedades mentales que no las tienen los humanos de las tribus africanas y cuando podemos nos escapamos al campo, a la naturaleza.
    ¿Ha dejado el perro de ser lobo? La ciencia dice que no.
    Yo he visto perros salvajes, hijos de perra doméstica, nacidos en el campo, que no hubo jamás un humano que los tocara, ni siquiera con comida en la mano; preferian cazar conejos antes que acercarse a los humanos. También he visto a perros domésticos correr detras de las ovejas y tirarseles al cuello.
    Saludos.

    1. Hola Vicente, ya te echábamos de menos por aquí 🙂
      Muy interesantes tus apuntes…. Profundizando en tu comentario, yendo un poco más allá, lo cierto es que dependiendo de las aptitudes concretas del perro del estudio los resultados podrían haber sido diferentes. ¿Cómo busca un border collie? utilizando la vista ¿cómo busca un bloodhound? empleando el olfato. Posiblemente (y esto es una conjetura mía) se «equivoque más» un border que un bloodhound. Curioso siendo la raza que todos calificamos como la «más inteligente».
      Los perros son perros y los lobos lobos… pero el lobo es mucho más homogéneo y previsible en su comportamiento, mientras que bajo la palabra «perro» se engloban cientos de razas especializadas en determinadas labores por los cruces realizados por hombre, e infinitos cruces.
      Por otro lado, el verdadero quid del estudio (con lo que los autores quieren demostrar los efectos de miles de años de domesticación) es que los perros son más receptivos a voces y gestos emitidos por los humanos que los lobos (siendo la misma especie como apuntas), y que es comparable en cierto modo a cómo reaccionaría un niño. Pero claro… el estudio lo ha comprobado con lobos nacidos en cautividad, pero no con perros salvajes. Muy acertado lo que apuntas, probablemente el resultado no habría sido el mismo.
      ¡Saludos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *