Comunicación y vínculo emocional hombre-perro
Las llamadas «neuronas espejo» son un descubrimiento reciente y poco conocido fuera de los círculos científicos. Resumiendo su funcionamiento, las podríamos definir como un sistema de neuronas que se encargan de interpretar acciones, sensaciones y sentimientos de nuestros semejantes, haciéndolos «nuestros», nos permiten «leer la mente» de otras personas y comprender los estados mentales de otras personas.
Las neuronas espejo son las responsables de que sintamos tristeza cuando un desconocido ha perdido a un ser querido, o que podamos recrearnos con escenas que nos agradan. Estos mecanismos neuronales permiten que, mediante la observación del otro, se desencadene una “simulación encarnada” automática e inconsciente de esas acciones, intenciones, emociones y sensaciones.
Son la base de la empatía, y también las responsables del llamado popularmente «sexto sentido».
Uno de los datos más curiosos, es que estas neuronas espejo no están especializadas, pueden reflejar infinidad de sensaciones, desde sabores, olores, acciones mecánicas, sentimientos (existen neuronas espejo audiovisuales, mecánicas…).
Por ejemplo, se ha descubierto que la importancia de las neuronas espejo en el desarrollo de los niños está fuera de toda duda (se piensa que el autismo está relacionado con un déficit de estas neuronas).
Y todo esto… ¿qué tiene que ver con los perros?
Los investigadores han estudiado estas neuronas espejo en el ser humano (en la actualidad mediante sofisticados medidores de actividad cerebral) e inclusive se ha llegado a documentar la denominada «intención de la acción» (la actividad cerebral es similar en estas neuronas durante la intención que durante la acción).
Pero, y ahora llegamos a lo más importante, estas neuronas espejo no son exclusivas del ser humano: Se han documentado en macacos, en delfines…. y en perros.
Quedan muy lejos las teorías de que «los perros no piensan», o «los perros no tienen sentimientos»
Las neuronas espejo en los animales
Los estudios y experimentos con macacos son concluyentes: las neuronas espejo se activan observando acciones de otros macacos (pero también humanos) y no sólo ante la visión directa de esa acción, sino también cuando se oculta (imaginan).
Pero no son patrimonio exclusivo de los primates, en otros animales como delfines y perros sucede exactamente lo mismo, es la denominada «simulación encarnada», que constituye un mecanismo funcional fundamental para la empatía, permitiendo comprender la mente del otro.
Con estos precedentes, podemos comenzar a comprender cómo y por qué los perros «nos leen» los pensamientos, se identifican con nosotros, nos entienden como compañeros… y aplicado a nuestra relación con ellos, cobra una importancia fundamental manifestar nuestras emociones de una forma positiva, coherente, y cuidar de las suyas más allá de aportar comida dos veces al día, es necesario desarrollar el vínculo emocional perro-hombre.
Ya quedan muy lejos las teorías de que «los perros no piensan», o «los perros no tienen sentimientos». Emociones y sentimientos están íntimamente ligados entre sí, y de igual modo que la metacognición -la conciencia del «yo»- está presente en algunos animales (sí, acertaste, en macacos, delfines y perros), la capacidad de imaginar y de empatizar con otros animales y con los humanos los hace únicos.
La comunicación hombre-perro va mucho más allá que la de «mascota», es un compañero por el viaje de la vida… que nos lee la mente. Los perros están listos para ese vínculo emocional con el ser humano… que nosotros estemos preparados para ello sería otra historia mucho más complicada.