¿Son seguros los juguetes para perros?

La seguridad del perro, lo primeroJuguete para perro (peluche).

Los peluches para bebés son peligrosos, los diseñados para perros (como éste) no.

La semana pasada nos sorprendía el caso de «Pavel», un pastor alemán que -según su dueña- enfermó a raíz de ingerir un pedazo de un juguete (un hueso de material plástico). Eso sucedió en 2008, hoy, tres años después «Pavel» sólo pesa 23 kilos (es un pastor alemán grande) y ha perdido todo el pelo. Padece un desequilibrio hormonal muy grave (niveles altísimos de hormonas femeninas).
En el otro lado Nestlé (fabricante del producto denunciado, de la marca Friskies) asegura que es el primer caso que se da en el mundo y que el juguete cumple con todas las especificaciones de seguridad necesarias. El juicio sobre el caso de «Pavel» y su presunta intoxicación se celebrará en julio próximo.
Pero sin tratarse de un caso tan grave y dramático, en las clínicas veterinarias abundan los casos de perros que ingieren todo tipo de objetos (con los cachorros hay que preparar la casa a conciencia para que esto no suceda incluso en las cosas más inverosímiles, hace unos días la cachorrita de una amiga se comió ¡el tapón del bidé con cadena y todo!). Pero hay otros muchos casos en los que el problema viene de un juguete inapropiado. Al igual que sucede con los bebés, en demasiadas ocasiones el mayor peligro está en casa y nos pasa inadvertido.

Los tres peligros de los juguetes para perros
1. Atragantamiento. Se da con frecuencia con juguetes de pequeño tamaño (por ejemplo con una pelota de golf), con porciones de juguetes que se rompen con facilidad (pedazos de un hueso de piel) o rellenos indebidos (el interior de peluches). Cuidado también con los dispositivos que «pitan» en el interior de algunos juguetes.
2. Cortes, heridas. Que se pueden producir con objetos que el romperse presenten bordes con filo, por ejemplo juguetes de materiales como el plástico duro. Incluso si el fragmento es pequeño y se ingiere, puede producir úlceras y heridas en el tracto digestivo.
3. Toxicidad. Un juguete puede ser tóxico por el material en el que se ha construido, o por la pintura o tinte utilizado para darles color. ¿Alguna vez hemos pensado en que las pelotas de tenis no se han diseñado ni probado pensando en que serán chupadas? Además, las pelotas de tenis son muy abrasivas con la dentadura de los perros.

Juguete para perros (caucho).El caucho natural no es tóxico, y además es muy resistente y seguro en los juguetes para perros.

Problemas con los materiales
Los juguetes más seguros son los que están fabricados a partir de caucho natural. Se trata de un material muy resistente y de poca toxicidad. No se fragmenta, y en caso de hacerlo no presenta aristas ni bordes cortantes (las diferentes marcas lo indican claramente como «natural rubber»).
Los juguetes de cuerda (típica cuerda con dos nudos) no deben tener filamentos demasiado largos (en caso de ingestión producirían problemas en el recorrido del aparato digestivo). Y el material en el que están construidos debe ser algodón.
Los peluches diseñados para niños son muy peligrosos. Pueden ser peluches resistentes a la fuerza y pericia de un bebé humano… pero un bebé de perro arrancará los ojos y lo «destripará» con facilidad, poniendo al descubierto el interior (relleno o mecanismos).
Un último apunte: Los bazares y puestos suelen tener diferentes objetos que se utilizan habitualmente como entretenimiento para los perros, y son la fuente número de uno de problemas que pueden variar desde un susto a una operación quirúrgica o la muerte del animal. Los juguetes, siempre, diseñados para perros.

Fotos: Cortesía de Trixie España.

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