Las señales de NO calma

O las «señales de alteración»

"Señales que anulan la calma", las señales que alteran la tranquilidad del ambiente perruno.

Desde que Turid Rugaas las «ordenó» , clasificó, describió y publicó, se habla mucho de las señales de calma. Resulta un fantástico aporte para cualquier apasionado por los perros, nadie duda de su existencia, y aunque la aplicación práctica de algunas de ellas es difícil, otras muchas resultan muy útiles en la vida diaria, y también en casos realmente complicados. Sin embargo, hay mucha menos documentación sobre las «señales que anulan la calma», las señales que alteran la tranquilidad del ambiente perruno.

Lo peor del caso es que muchas de ellas son naturales o cómodas para los humanos (e incluso «políticamente correctas» entre nosotros), cuando resultan francamente «ofensivas» para los perros, más cuanto más sensible es el individuo. Aparentemente, lo antagónico de las señales de calma deberían ser justo las contrarias (señales de alteración o amenaza), pero no siempre es así, además algunas señalas de calma no tienen su opuesta (los movimientos lentos son una señal de calma «de libro», y existe su señal antagónica que serían los movimiento rápidos, pero ¿cuál es la señal opuesta a bostezar o lamerse el hocico?

Enumerar estas señales de NO calma, conocerlas, nos ayuda a no utilizarlas. Un poco de práctica y eliminaremos de nuestro repertorio las «señales de alteración».

Tres «señales de NO calma»
Vaya por delante que no todos los perros son igual de sensibles a este tipo de señales. Un perro equilibrado, con una socialización correcta, y que vive en un ambiente rico en estímulos, probablemente no se verá afectado por estas señales que emitimos. Pero por desgracia no todos los perros son así, y con frecuencia nos encontramos ante perros reactivos, víctimas de importantes acumulaciones de estrés, con miedos e incluso con una deficiente socialización.
Ordenaremos estas señales en una hipotética secuencia normal que se puede dar en un día cualquiera en un parque cualquiera. Nos acercamos a un perro que nos llama la atención, lo acariciamos, en ese momento nos llaman al móvil y nos avisan de algo urgente.
1. Nos acercamos al perro de frente ¿por qué deberíamos hacer lo contrario? Primera «señal de alteración», un perro reactivo, a la defensiva, no estará nada cómodo ante un humano que se acerca intimidante hacia él.
2. Le tocamos la cabeza de arriba a abajo y de delante hacia atrás. Así es como se acaricia a un perro ¿no? Segundo error, la mano por encima no es lo apropiado. Mucho mejor la mano por debajo, incluso desde el suelo y siempre muy despacio.
3. Nos llaman al móvil, damos un respingo y nos alejamos un par de metros rápidamente para buscar intimidad en la conversación. Aquí tenemos un cúmulo de «señales de NO calma». Un ruido extraño, el movimiento rápido para coger el móvil y un segundo movimiento rápido dando unos pasos. Todo esto es muy «natural» entre humanos… pero en absoluto en el mundo canino.

Otras señales que emitimos con frecuencia
En nuestro repertorio de especie histérica tenemos un buen número de acciones que no serán fácilmente comprendidas por perros reactivos. Veamos algunas más.
• Hablamos a gritos, alborotados, gesticulamos… y eso en idioma canino es «ladrar, algo pasa y hay que estar alerta».
• Sonreímos, a veces hasta reímos a carcajadas. O lo que es lo mismo, enseñamos los dientes y gruñimos.
Llegamos tarde, corremos, damos zancadas ruidosas. ¿Huímos?
Entre los humanos es de buena educación hablar mirándonos a los ojos, en el mundo canino es un desafío…

Siempre es positivo conocer un poco mejor el comportamiento de nuestros perros, pero en este caso concreto, es especialmente importante inculcar en los niños este tipo de acciones a evitar, de tal forma que conozcan todo lo que puede alterar a un perro excitable en un momento dado.

Más información (algunas señales de calma para niños y pautas a seguir): Manual de prevención de mordeduras en niños (inglés y castellano), con todo tipo de indicaciones.

2 comentarios en “Las señales de NO calma

    1. Sí, algunas de las enumeradas son «señales de amenaza», pero hemos preferido denominarlas como «señales de NO calma» para englobar más y facilitar su comprensión. Acercarse de frente, mirando a los ojos y acariciar a un perro puede ser interpretado como «seña de amenaza» tal como apuntas, pero en otras por ejemplo moverse rápido, sería más apropiado hablar de «señal de NO calma», una «señal que altera» la armonía. Las fronteras entre las diferentes definiciones son difusas. Saludos.

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