Diferentes sistemas de identificación canina

Por: Eduardo de Benito.
Vamos a hacer un poco de “arqueología” canina, recordando los viejos sistemas empleados para la identificación de nuestros perros. Hoy todos los perros son identificados mediante microchip, sistema de aplicación sencilla, rápida y fiable, pero con anterioridad a su implantación se utilizaron otros métodos, algunos sencillos, otros de complejidad técnica como la dactiloscopia. El desarrollo tecnológico ha terminado con todos ellos.
Desde antiguo los propietarios han buscado un sistema de identificación animal que les permita establecer un control sobre su perro y probar que es de su propiedad en caso de pérdida o hurto. También ha sido una demanda de la selección para afirmar sin dudas que el semental o la hembra de cría son realmente quienes se dicen que son. Y constituyen una de las mejores garantía para la veracidad de los registros genealógicos o libros de orígenes.
De los varios sistemas empleados tradicionalmente en el ganado de abasto, como son el marcado a fuego, marcas de frío, crotales y tatuaje, sólo éste último ha sido aplicado al perro.
Un sistema de identificación animal debe cumplir unos principios básicos:
1. Facilidad de uso.
Aunque sea realizado por veterinarios profesionales debe considerarse la facilidad en su aplicación, debido al gran número de animales que eventualmente necesitan ser identificados.
2. Facilidad para leer.
Se ha de tener en cuenta que la identificación del perro sea factible en cualquier momento y circunstancia, dando importancia a la cantidad de datos que la lectura proporcione.
3.- Durabilidad.
Debe acompañar al animal el resto de su vida sin que el paso del tiempo con el envejecimiento natural lo terminen borrando.
4. Inocuidad.
Debe ser bien tolerado sin suponer un peligro para su salud del animal.
Además de los sistemas tradicionales existen otros que no han llegado a implantarse en ganadería, son los métodos biométricos:
a) La huella nasal, que no se generalizó por la dificultad técnica de conseguir una buena imagen.
b) El reconocimiento de iris, evaluado en caballos de carreras, consistente en extraer el perfil del iris y codificarlo en una base de datos. No se usa porque el perfil del iris no se estabiliza hasta que el animal cumple varios meses de vida. Nunca se aplicó a los perros
c) La huella genética del ADN, muy técnica. pero Es un sistema de alta eficacia en términos de identificación, pero de manejo complejo y muy costoso.
La identificación por huellas dactilares también se ha aplicado a las patas del perro, pero no permite una identificación fiable
El tatuaje
El tatuaje es una práctica de origen euroasiático, que se practicaba ya en el neolítico, aunque ha sido la Polinesia la región del mundo donde más se desarrolló esta modalidad de decoración corporal. En la Europa moderna se conoce desde finales del siglo XIX en que el explorador británico James Cook introdujo en Londres los primeros tatuajes. Con el desarrollo de la zootécnia pasó a utilizarse en ganadería al ser una marca indeleble, fácil de visualizar, muy accesible, poco costosa y nada peligrosa para el animal identificado con ella.
El tatuaje en perros se introdujo en España en 1980, año en que la Real Sociedad Canina aprobó una normativa de tatuaje obligatoria para las razas caninas españolas, a la que inmediatamente se sumo el Club del Dobermann, raza de moda y en plena expansión en aquellos años. La finalidad de la normativa era acreditar el origen genético de los cachorros, evitar fraudes en el nacimiento de las camadas y la suplantación de unos perros por otros que no sean los titulares del pedigrí oficial. Además resultaba herramienta perfecta para la identificación y recuperación de perros perdidos, contribuyendo a fomentar la responsabilidad del propietario en el momento en que pueda pensar en abandonar al animal.
Es un método de identificación permanente y consiste en tatuar una combinación de números y letras en la oreja o la cara interior del labio. El equipo necesario para tatuar a un perro es una herramienta que recuerda por su forma a unos alicates y un juego de letras y números metálicos que tienen unas finísimas agujas cuyo fin es perforar la piel. Tras la perforación se aplica un baño de tinta indeleble sobre la superficie, que penetra por las diminutas perforaciones, de manera que al cicatrizar la herida el tatuaje queda imborrable. En tanto que las razas caninas españolas tatuaron en la oreja el Club del Dobermann eligió la cara interior del labio, dado que el corte de orejas era frecuente en la raza no quedando espacio suficiente en la cara interior del pabellón auricular para contener todos los números y letras necesarios.
Fotozoometría o biometría
Sistema de identificación basado en rasgos o medidas distintivas del animal. Este sistema se aplicó en Francia a los perros de élite en el primer tercio del siglo XX. Había sido ideado por el ingeniero agrónomo Leroy y consistía en tomar simultáneamente dos fotografías; una de ellas visto de perfil el perro y la otra de plano, a vista de pájaro, con una cámara situada por encima de su grupa. El perro se situaba sobre un suelo marcado con cuadrículas y sobre la placa fotográfica se señalaban los puntos que eran de interés reseñar.
La huella nasal (nasolabiograma)
Las rugosidades que forma la piel de la región nasal del perro no sufren cambios a lo largo de la vida del animal, permaneciendo indelebles desde el nacimiento hasta la vejez. Las impresiones recogidas difieren notablemente de un perro a otro. Los primeros ensayos de identificación animal mediante huella nasal fueron realizados por la Oficina de identificación judicial de Minnesota (Estados Unidos), donde se aplicaron a la identificación del ganado vacuno por huella nasal, para garantizar el derecho de propiedad de los animales en litigios judiciales. El sistema se empleó también en la identificación canina, en la que se ha usado tanto la huella nasal como la huella de las almohadillas plantares.










k buena pagina me ayudaron kn mi tarea
podrian explicarme como trabaja el chip? gracias