La ansiedad es una manifestación esencialmente afectiva, es un mecanismo de adaptación al medio y ayuda (si su manifestación no es excesiva) a superar ciertas exigencias de la vida.
Los animales sufren ansiedad también, y es algo aprendido. Uno de los problemas mas preocupantes, por los síntomas que genera en el perro, sucede cuando no sabe gestionar su soledad. De hecho es uno de los motivos más frecuentes de consulta de los educadores caninos.
La ansiedad por separación se «recarga»
No vamos a entrar en las distinciones que hacen las distintas escuelas etológicas sobre la ansiedad por separación o por soledad, fundamentadas en el objeto al que se redirige la gestión de sus emociones. La ansiedad por separación se suele manifestar en los primeros diez minutos de quedarse solo y se «recarga», es decir: «descansa» por agotamiento unos minutos y continua otra vez. Lo ideal en estos casos es grabarlo en vídeo, es una herramienta de estudio única y conoceremos mejor los ciclos.
Así que tenemos un perro que hace destrozos en la casa, vocalizaciones, micciones indebidas y -en el peor de los casos- se autolesiona. Estos cambios fisiológicos son consecuencia de la activación del sistema nervioso, del sistema endocrino y del sistema inmunológico (tratar esto seria muy extenso y denso). En un principio intentará resolver su miedo con actividades de desplazamiento como ladridos, destrozos, cambio de objetos de sitio…
Los trastornos obsesivos-compulsivos o estereotipias como los desplazamientos erráticos, automutilaciones, rascados y lamidos excesivos… Generan endorfinas que «tranquilizan» al perro momentáneamente
Los humanos también realizamos actividades de desplazamiento: masticamos chicle (fumamos), nos «mecemos» de un sitio a otro, nos comemos las uñas, nos tocamos la nariz… En los perros este comportamiento irá a más si no intervenimos, pudiendo derivar en trastornos obsesivos-compulsivos o estereotipias como los desplazamientos erráticos, automutilaciones, rascados y lamidos excesivos… ¿Por qué ocurre esto? Porque estos comportamientos generan endorfinas que nos (y «los») tranquilizan. Pero como las endorfinas son altamente adictivas, entramos en un bucle de manifestaciones mayores y cada vez más incontroladas.
Re-educar lo aprendido (lo mal aprendido)
Si detectamos cualquiera de estos síntomas, mi consejo es acudir a un buen terapeuta de conducta canina. Partiremos de un estudio etológico para ver el ABC de este comportamiento (antecedentes, conducta y consecuente). Una vez que tengamos este mapa conductual, lo que haremos será una re-educación (acordaos, la ansiedad es aprendida) enseñaremos al perro a estar solo, le enseñaremos a redirigirla a juguetes interactivos (como los Kongs), le aportaremos una estimulación mental y física adecuada. Igualmente tendremos que fijarnos en qué hacemos nosotros, cómo son nuestros hábitos, nos estudiaremos para darnos cuenta de cómo influimos en la persistencia de la conducta que queremos eliminar y así poder ayudar a nuestra mascota.
El perro es perro desde hace más de 10.000 años. No está preparado genéticamente para estar solo, para separarse de su manada. Enseñarle a gestionar nuestra ausencia, es parte imprescindible del aprendizaje
¿Por qué cada vez hay mas casos de ansiedad por separación?
• Una de las causas es que los perros se aburren, pasan mucho tiempo solos en casa sin haber tenido una actividad estimulante previa y sin tener nada que hacer.
• Otra es el hipervinculo: somos lo más maravilloso para él y le adoramos (es recíproco), lo malo es que no le hemos enseñado a sobrellevar nuestras ausencias.
• Cambios en su ámbito: nos ponemos enfermos, ruptura familiar, mudanzas, muerte o ausencia prolongada de algún miembro de la familia (tanto animal como humano).
• El antropomorfismo: tratarlos como humanos, transmitirles nuestras propias ansiedades…
La ansiedad por separación en el perro no desaparece por sí sola
Si nuestro perro actúa así, debemos asumir que tenemos un problema; sobre todo porque no es feliz, está sufriendo y -no nos engañemos- no es algo pasajero, no desaparece sola, como ya he dicho, se incrementará. Tampoco hay soluciones mágicas pues hay que tratar su realidad, no sus síntomas. Como siempre, los métodos coercitivos o de castigo sólo conseguirán derivar la conducta (podrá dejar de ladrar pero se comerá la pared) o enfadarnos con él solo agravará más la situación.
Recordad que el perro es perro desde hace más de 10.000 años. No está preparado genéticamente para estar solo, para separarse de su manada. Es eminentemente social. El tiempo desde el cual está incorporado a nuestros hogares, convirtiéndose en nuestras mascotas, es apenas unas décadas, muy poco tiempo de cambio en su historia como especie. De ahí la importancia de una correcta educación temprana y de cubrir sus necesidades perrunas para prevenir problemas futuros.
13 comentarios en “Ansiedad por separación en perros… o por soledad”
Pues creo que esta mujer hace algunas cosas mal.
Cuando vuelve a entrar en casa, lo primero que hace es saludar al perro, hablarle con voz aguda y acariciarle. Esto sólo incrementa su ansiedad. Debería simplemente entrar e ignorar al perro, para que éste sepa que la ausencia no es definitiva.
Además, las ausencias deberían ser cada vez más largas (la primera es más larga que la segunda).
Y es fundamental que antes de dejarlo sólo, el perro tenga una estimulación física y mental adecuada, que libere su energía de una manera sana y que necesite descansar al llegar a casa.
Un saludo.
hola Sulcata.
Lo que estas comentando, es una actitud bastante generalizada aunque no es muy adecuada.Te propongo un ejercicio de empatia: Imaginate que estas tooooodo el dia en casa sola, esperando a que llegue tu «amor», de repente entra en casa Y NO TE DICE NI UN TRISTE HOLA????. El grado de fustracion sube a niveles insospechados ,aqui si que hay ansiedad y de las gordas!!!, estamos reforzando su conducta (no me hace caso pues ladro mas). Cuando llegamos a casa DEBEMOS de saludar al perro, es una forma de decirle «si,yo tambien te he echado de menos, ahora me ocupo de ti», lo que no tenemos es que hacer un recibimiento de campeonato!!! (grandes despedidas-grandes asusencias-grandes recibimientos-grandes ausencias). Si el perro se muestra demasiado excitado, seguiremos otras pautas despues del HOLA pero SIEMPRE tenemos que saludar cuando entramos en casa (un simple Hola, una suave caricia y ya está).
He tratado muchos perros con ansiedad a los que sus dueños recibian como tú has comentado; cambiando el recibimiento a este Hola!!! ,han experimentado una mejoría increíble y han comenzado a controlar la situación.
Siento discrepar, pero yo he visto perros que tenían una ansiedad por separación bastante grave y la pauta de no saludar al entrar y salir de casa, combinada con otras, claro, les ha venido de perlas.
Además, no se trata de ignorarlos largo rato, sólo un par de minutos. Creo que lo importante es que lo primero que haces al entrar a casa no sea saludar al perro.
Lo de comparar lo que sentiría el perro con lo que sentiría yo…lo siento, pero no me parece muy acertado. De la misma manera que si a mí me dejasen sola en casa, no me comería las paredes ni me arrancaría la piel a bocados y ellos sí lo hacen.
Supongo que para cada problema hay más de una solución posible y lo que a ti te va bien en algunos casos puede hacer que el problema no se solucione.
Un saludo.
Como he comentado nos limitamos a un simple Hola y vemos cómo gestionamos el resto.
Sobre la empatia:
Compartimos emociones y muchas mas cosas, somos mas parecidos de lo que piensas.NO confundas las manifestaciones o gestiones de la ansiedad con lo que puedan llegar a sentir.Tú no te comerás la pared, pero sí que hay gente que lo hace, se automutila y se arranca las uñas, se arranca el pelo…estamos hablando de perros y personas que presentan una patologia.
Sabemos tanto del comportamiento de los perros,porque ya desde 1950, los estudios de psicologia humana se hacian con perros (Skinner,Thonrdyke,Paulov,Watson,Seligman…).Seligman empieza su tratado de la indenfension aprendida, pidiendo perdón a todos los perros con los que experimentó, para llegar a los principios de la depresion (y eso que trataba de rehabilitar a los mas posibles).
A mi me encanta el libro de una psicologa cognitiva, Alexandra Horowitz, «En la mente de un perro»… impresionante. Lo recomiendo.
Estoy de acuerdo con Sulcata. Cuando nos vamos no debemos despedirnos ni saludarlos cuando llegamos, pues son convencionalismos creados por los humanos «civilizados» y no está en la mente de ningún animal. Sólo le perjudicamos psicológicamente, porque lo interpreta de forma distinta. En la naturaleza, los padres no se despiden de sus cachorros cuando salen y estos se quedan tranquilos en la madriguera. Esto está en los instintos del perro, aunque lleven 15.000 años con los humanos.
Sólo cuando el perro se considere un subordinado se podrá evitar la ansiedad por separación. Lo demás es darle vueltas para nada, y al final tendrán que medicar.
Saludos.
Vicente y Sulcata… como «en los viejos tiempos» :).
Hablando en serio, estoy completamente de acuerdo con Ana y Sulcata (cada una con sus matices) en no «saludar», o hacerlo lo menos posible (sobre todo en determinados casos es un excelente comienzo del tratamiento). Pero Vicente, ya sabes que siempre tenemos nuestras diferencias…: Los perros no dicen «adiós» cuando se van, ¡pero sí dicen «hola» cuando se reencuentran!
Y claro, seguro que ya lo sabías ;), en mi modo de entender el mundo del perro no existen subordinados. Perro-hombre son equipo y lo llevan siendo miles de años (nosotros somos mejores conduciendo -algunos-, y ellos son mejores analizando olores -casi todos-).
¡Saludos!
Pues creo que Vicente ha dicho algo muy importante y es que el perro tiene que considerarse un subordinado.
Es algo que muchas veces no se dice, pero parte del problema de ansiedad por separación (una parte fundamental, según creo) es que no hay una jerarquía clara establecida en casa. El perro se considera líder (un líder inseguro, claro está), y no entiende que sus subordinados se ausenten.
De hecho, gran parte del tratamiento consiste en fijar unas pautas para que el propietario recupere su lugar en la cadena jerárquica.
Esto viene muy bien explicado en «La Vinculación Amichien».
Un saludo.
Hola Sulcata… ya lo he comentado antes: En mi opinión, pensar en el perro como un «subordinado» es correcto según la definición de la RAE («que depende de»), pero creo que no es la acepción que queréis usar.
En cuanto a Jan Fennell… lo de siempre, me «convencen» algunas de sus ideas, pero otras no. Pero no por eso deja de ser interesante charlar sobre ello (el otro día en unos cruces de e-mails con Vicente ¡hasta estábamos de acuerdo en algunos puntos!).
Saludos.
Si, los perros se dicen hola cuando se reencuentran, pero no tiene nada que ver con lo que hace mucha gente cuando llega a casa, que es mostrarle debilidad al perro con nerviosismo y con voz aguda: «cariñooo. pobrecitooo, que ha estado solo tanto tiempo… Eso le crea más ansiedad al perro, pues en la Naturaleza la debilidad es mala. Si el dueño es débil y no le da seguridad, el perro se verá obligado a liderar, creandole ansiedad si no es de carácter fuerte, viendo peligros por todas partes.
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Pues creo que esta mujer hace algunas cosas mal.
Cuando vuelve a entrar en casa, lo primero que hace es saludar al perro, hablarle con voz aguda y acariciarle. Esto sólo incrementa su ansiedad. Debería simplemente entrar e ignorar al perro, para que éste sepa que la ausencia no es definitiva.
Además, las ausencias deberían ser cada vez más largas (la primera es más larga que la segunda).
Y es fundamental que antes de dejarlo sólo, el perro tenga una estimulación física y mental adecuada, que libere su energía de una manera sana y que necesite descansar al llegar a casa.
Un saludo.
hola Sulcata.
Lo que estas comentando, es una actitud bastante generalizada aunque no es muy adecuada.Te propongo un ejercicio de empatia: Imaginate que estas tooooodo el dia en casa sola, esperando a que llegue tu «amor», de repente entra en casa Y NO TE DICE NI UN TRISTE HOLA????. El grado de fustracion sube a niveles insospechados ,aqui si que hay ansiedad y de las gordas!!!, estamos reforzando su conducta (no me hace caso pues ladro mas). Cuando llegamos a casa DEBEMOS de saludar al perro, es una forma de decirle «si,yo tambien te he echado de menos, ahora me ocupo de ti», lo que no tenemos es que hacer un recibimiento de campeonato!!! (grandes despedidas-grandes asusencias-grandes recibimientos-grandes ausencias). Si el perro se muestra demasiado excitado, seguiremos otras pautas despues del HOLA pero SIEMPRE tenemos que saludar cuando entramos en casa (un simple Hola, una suave caricia y ya está).
He tratado muchos perros con ansiedad a los que sus dueños recibian como tú has comentado; cambiando el recibimiento a este Hola!!! ,han experimentado una mejoría increíble y han comenzado a controlar la situación.
Espero haberte aportado otra visión.
un saludo
Ana Barbé
Siento discrepar, pero yo he visto perros que tenían una ansiedad por separación bastante grave y la pauta de no saludar al entrar y salir de casa, combinada con otras, claro, les ha venido de perlas.
Además, no se trata de ignorarlos largo rato, sólo un par de minutos. Creo que lo importante es que lo primero que haces al entrar a casa no sea saludar al perro.
Lo de comparar lo que sentiría el perro con lo que sentiría yo…lo siento, pero no me parece muy acertado. De la misma manera que si a mí me dejasen sola en casa, no me comería las paredes ni me arrancaría la piel a bocados y ellos sí lo hacen.
Supongo que para cada problema hay más de una solución posible y lo que a ti te va bien en algunos casos puede hacer que el problema no se solucione.
Un saludo.
Como he comentado nos limitamos a un simple Hola y vemos cómo gestionamos el resto.
Sobre la empatia:
Compartimos emociones y muchas mas cosas, somos mas parecidos de lo que piensas.NO confundas las manifestaciones o gestiones de la ansiedad con lo que puedan llegar a sentir.Tú no te comerás la pared, pero sí que hay gente que lo hace, se automutila y se arranca las uñas, se arranca el pelo…estamos hablando de perros y personas que presentan una patologia.
Sabemos tanto del comportamiento de los perros,porque ya desde 1950, los estudios de psicologia humana se hacian con perros (Skinner,Thonrdyke,Paulov,Watson,Seligman…).Seligman empieza su tratado de la indenfension aprendida, pidiendo perdón a todos los perros con los que experimentó, para llegar a los principios de la depresion (y eso que trataba de rehabilitar a los mas posibles).
A mi me encanta el libro de una psicologa cognitiva, Alexandra Horowitz, «En la mente de un perro»… impresionante. Lo recomiendo.
Gracias por tu opinion.
un saludo
Muchas gracias por tu opinion.
Estoy de acuerdo con Sulcata. Cuando nos vamos no debemos despedirnos ni saludarlos cuando llegamos, pues son convencionalismos creados por los humanos «civilizados» y no está en la mente de ningún animal. Sólo le perjudicamos psicológicamente, porque lo interpreta de forma distinta. En la naturaleza, los padres no se despiden de sus cachorros cuando salen y estos se quedan tranquilos en la madriguera. Esto está en los instintos del perro, aunque lleven 15.000 años con los humanos.
Sólo cuando el perro se considere un subordinado se podrá evitar la ansiedad por separación. Lo demás es darle vueltas para nada, y al final tendrán que medicar.
Saludos.
Vicente y Sulcata… como «en los viejos tiempos» :).
Hablando en serio, estoy completamente de acuerdo con Ana y Sulcata (cada una con sus matices) en no «saludar», o hacerlo lo menos posible (sobre todo en determinados casos es un excelente comienzo del tratamiento). Pero Vicente, ya sabes que siempre tenemos nuestras diferencias…: Los perros no dicen «adiós» cuando se van, ¡pero sí dicen «hola» cuando se reencuentran!
Y claro, seguro que ya lo sabías ;), en mi modo de entender el mundo del perro no existen subordinados. Perro-hombre son equipo y lo llevan siendo miles de años (nosotros somos mejores conduciendo -algunos-, y ellos son mejores analizando olores -casi todos-).
¡Saludos!
Pues creo que Vicente ha dicho algo muy importante y es que el perro tiene que considerarse un subordinado.
Es algo que muchas veces no se dice, pero parte del problema de ansiedad por separación (una parte fundamental, según creo) es que no hay una jerarquía clara establecida en casa. El perro se considera líder (un líder inseguro, claro está), y no entiende que sus subordinados se ausenten.
De hecho, gran parte del tratamiento consiste en fijar unas pautas para que el propietario recupere su lugar en la cadena jerárquica.
Esto viene muy bien explicado en «La Vinculación Amichien».
Un saludo.
Hola Sulcata… ya lo he comentado antes: En mi opinión, pensar en el perro como un «subordinado» es correcto según la definición de la RAE («que depende de»), pero creo que no es la acepción que queréis usar.
En cuanto a Jan Fennell… lo de siempre, me «convencen» algunas de sus ideas, pero otras no. Pero no por eso deja de ser interesante charlar sobre ello (el otro día en unos cruces de e-mails con Vicente ¡hasta estábamos de acuerdo en algunos puntos!).
Saludos.
Si, los perros se dicen hola cuando se reencuentran, pero no tiene nada que ver con lo que hace mucha gente cuando llega a casa, que es mostrarle debilidad al perro con nerviosismo y con voz aguda: «cariñooo. pobrecitooo, que ha estado solo tanto tiempo… Eso le crea más ansiedad al perro, pues en la Naturaleza la debilidad es mala. Si el dueño es débil y no le da seguridad, el perro se verá obligado a liderar, creandole ansiedad si no es de carácter fuerte, viendo peligros por todas partes.