Un caso práctico para ayudar al perro mayor

Por: Elisabeth Macarro. Terapeuta floral especializada en animales, Educadora canina, Terapeuta conductual.

Los perros de edad avanzada son susceptibles de padecer una enfermedad similar al Alzheimer; en los perros conocemos esta enfermedad como Envejecimiento Cerebral Canino,(ECC), que consiste en un desorden neurodegenerativo el cual afecta a las funciones cerebrales.

Entrando en la vejez, a partir de los siete u ocho años, los perros pierden capacidades neuronales, es un deterioro progresivo, aquí es donde empiezan a perder las inhibiciones aprendidas, sufren cambios conductuales, desorientación, alteración del sueño, en muchos casos se vuelven irritables. Pueden llegar a agredir a la persona, (en ningún caso por conducta agresiva) sobretodo porque no ven ni oyen bien y se asustan, suele pasar cuando se les toca sin avisarles de que lo vamos a hacer.

“Esta científicamente probado que el 50 por ciento de los perros de ocho o más años de edad padecen cambios de comportamiento relacionados con el envejecimiento cerebral”

Así pues, a partir de los siete y ocho años de edad debemos estar más alertas y fijarnos si nuestro perro manifiesta cambios característicos del comportamiento, pues podría fácilmente padecer Envejecimiento Cerebral Canino (ECC).

Síntomas del Envejecimiento Cerebral Canino
Si el perro se siente desorientado, se esta provocando una disminución de la interacción con los miembros de la familia, se queda mirando al vacío, no reclama atención, deambula por la casa durante la noche, ladra sin sentido por la noche, pérdida de control de esfínteres, etcétera (éstas son tan sólo algunas de las alteraciones del ECC), debemos ser consciente de ello y valorarlo.

En estos casos, siempre dependiendo del animal y del progreso de la enfermedad las esencias florales básicas que deberíamos dar a nuestro perro para ayudarlo son:
Clematis: Para la reconexión neuronal
Holly: Para evitar la irritabilidad.
Honeysuck: Para la regresión que la degeneración cognitiva produce en el perro.
Hornbeam: Para el desgaste de los vasos sanguíneos cerebrales llegando a fortalecerlos y así favorecer la transmisión neuronal.
Olive + Centaury: Como aporte energético.
Scleranthus: Para equilibrar los cambios conductuales.
Cherry Plum: Para dar serenidad a la mente.
Wild oat: Para la desorientación que la propia enfermedad produce.

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