El Kangal está ayudando a salvar el guepardo

¿Y el mastín español al lobo?

El programa para la conservación del guepardo en Namibia lleva años desarrollando una idea muy interesante con excelentes resultados. Se trata de introducir perros de pastoreo y vigilancia como el pastor de Anatolia o el kangal kurdo (dos de las razas más potentes que existen, utilizadas en sus territorios de origen para la vigilancia de rebaños), para realizar la misma función… pero en Namibia.

Este programa se comenzó en 1994 con diez perros pastores de Anatolia (una donación de un criadero estadounidense que creyó en el proyecto), y más recientemente (2008) se han incorporado también kangal hasta superar los ciento cincuenta perros qie hay trabajando en la actualidad. Los perros se crían en centros específicamente para guardar el ganado en Namibia, se introducen en el rebaño a las 7-8 semanas de edad (según los responsables del proyecto es la edad óptima para integrarse en el mismo), donde pasará el resto de su vida. Son perros guardianes,, que con su sola presencia (alrededor de 60 kilos de peso como media) ahuyentan a todo tipo de depredadores, desde babuinos, chacales, guepardos, leopardos… El programa se sostiene gracias a donaciones y apadrinamientos. Aquí puedes apadrinar un perro pastor en Namibia.

El resultado es que los ganaderos consiguen una mayor productividad de sus rebaños y ya no se ven obligados a defenderlos de los depredadores. Sólo quedan 10.000 guepardos salvajes, de los que aproximadamente 3.000 se encuentran en Namibia, un país en el que ya no es necesario poner trampas ni tampoco que los ganaderos vayan armados.

¿Y esto que tiene que ver con el mastín y el lobo?

Ahora que conocemos la positiva experiencia de Namibia, recordamos la que se llevó a cabo en España en 2008 con la reintroducción del mastín español en Salamanca, Segovia y Ávila. En total, 75 mastines se destinaron a 42 explotaciones ganaderas. Y al igual que en Namibia, el gran depredador no resultó el único objetivo, porque los mastines españoles no sólo alejan a los lobos, sino también a tejones, zorros, perros asilvestrados, también a humanos «amigos de lo ajeno»… Los rebaños estaban más seguros, y se redujo notablemente la presencia de veneno en los montes. Puedes bajar aquí el libro gratuito «El mastín, un aliado del ganadero», para ampliar información.

Ahora el nuevo proyecto va de la mano de Ecologistas en Acción Granadilla, que ha puesto en marcha el mismo concepto pero en diferente escenario. En esta ocasión serán los ganaderos del norte de Extremadura quienes se beneficiarán de la presencia de mastines en sus rebaños, recuperando el patrimonio natural de la zona y, lo más importante, eliminando cepos, venenos, trampas… El equilibrio en el monte, ése que nunca debió dejar de existir, puede recuperarse. Así que el mastín ha resultado no sólo un aliado del ganadero, sino también del lobo.