¿Se puede adiestrar a un perro ciego y sordo?

Sí, con la técnica adecuada

"Ángel" es un pastor australiano ciego y sordo de nacimiento que ha sido adiestrado mediante el tacto (vídeo).

Enseñar, adiestrar, a un perro para que realice determinadas acciones sencillas no tiene demasiados secretos. En realidad basta con asociar esas determinadas acciones, por ejemplo sentarse, con una recompensa (o la evitación de un castigo), después se incluye la señal y listo, en unas pocas repeticiones el perro habrá «aprendido la lección».  Esas señales son habitualmente orales o gestuales, pero siempre deben ser únicas y fácilmente identificables por el perro.

Las señales en el adiestramiento
En las señales orales es importante que sean cortas, claras, fácilmente inteligibles por el perro y -muy importante- únicas, evitando que se puedan confundir unas con otras. Si hablamos de señales gestuales se nos complica bastante la comunicación con el perro. Deberíamos ofrecer un lenguaje corporal neutro, pero existen infinitos matices, casi imperceptibles señales gestuales que realizamos de forma automática y que son percibidas por los perros. Así, no es lo mismo efectuar un círculo en el aire pidiendo al perro que gire, que hacer el mismo gesto mientras nos inclinamos, o desplazamos un pie adelante, ¡o guiñamos un ojo! Son tres señales diferentes, y las asociaciones también pueden resultar distintas.

El perro que sabe contar
¿Hemos hablado de guiñar un ojo? Un truco que hemos visto con frecuencia en la televisión es el del «perro que sabe contar». Se le muestran al perro dos números elegidos por el público y se le pide que los sume. A continuación, el perro ladra tantas veces como sea el resultado… Pero lo que las cámaras (o la posición del adiestrador si es en directo) oculta es que se le están haciendo señales al perro: un movimiento de cejas, un ladrido. Así de sencillo. Si la suma da como resultado 7, siete movimientos de cejas, siete ladridos… ¡y el perro sabe sumar gracias a unas señales casi imperceptibles!

Se pueden emplear tantos tipos de señales como sentidos tiene el perro. Pero claro, muchas de esas señales no son nada sencillas de implementar en la práctica

¿Existen más señales?En realidad se pueden emplear tantos tipos señales como sentidos tiene el perro y para cada sentido casi infinitas variantes. Pero claro, muchas de esas señales no son nada sencillas de implementar en la práctica. De alguna forma es lo que se hace, por ejemplo, con los perros detectores: un olor determinado se convierte en una señal que implica una acción (sentarse y ladrar para marcar una maleta sospechosa en el aeropuerto, una persona sepultada en una catástrofe…). De igual modo, podemos aprovechar otros sentidos del perro para que capte nuestras señales, y ahí es donde aparece nuestro protagonista de hoy, de nombre «Ángel»

«Ángel», un pastor australiano ciego y sordo
Cuando nació «Ángel», el criador pensó en la eutanasia. Era una cachorro ciego y sordo, imposible de adaptar a una vida normal. Pero Elisha Dylon lo adoptó y comenzó un ambicioso proyecto: comunicarse con «Ángel», un cachorrito de pastor australiano que vivía en la oscuridad y el silencio mediante el tacto.

Hoy, siete años después, es un perro feliz, y con un adiestramiento en obediencia básica perfecto. Dos toques en las cadera es la señal para sentarse, dos toques en los hombros para tumbarse, en la barbilla levantarse… El tacto se convirtió en el medio de comunicación entre la guía Elisha y su perro «Ángel», demostrando una vez más que la comunicación hombre-perro no tiene límites.

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