Nos puede hacer falta…

Ojalá que no… pero todos podemos necesitar un bozal de emergencia en cualquier momento. Por ejemplo, ante un accidente o urgencia en el que el perro sufra dolor, puede reaccionar mordiendo y nos será más sencillo y seguro utilizar un bozal para manipularlo o sujetarlo para llegar al veterinario. De igual modo, en el rescate de perros abandonados, tampoco es raro que un perro pueda reaccionar ante el estrés de la situación con miedo y un mordisco que en situaciones normales nunca se produciría. Sea como fuere, nos puede hacer falta.

Bozal de emergencia con nudos (vídeo)

Con una correa de nailon, o con cualquier material similar (cuerda, o el idóneo: un rollo de gasa). Es importante sujetar bien la mandíbula, pero sin apretar en exceso. Por supuesto es un bozal de emergencia, esto es, para utilizarlo en momentos puntuales, no para mantenerlo minutos y minutos. (N. de la R. Este sheltie que ejerce de «modelo»… ¡es un santo!).

Bozal de emergencia sin nudos (vídeo)

En esta segunda opción se emplean los mismos materiales, aunque el bozal resultante es algo más «cómodo» al no rozar el hocico con los nudos… Pero al igual que el primero, no se debe mantener más tiempo del estrictamente necesario.