Tacto y olfato son las claves

¿Recuerdas hace unas semanas el vídeo de «Ángel«? Un pastor australiano ciego y sordo que había sido adiestrado para comprender un buen número de señales. Nos pareció fantástico, un caso único… pero no, no es único, porque Liviana ha ido un poco más allá con «Morgan», también pastor australiano, también ciego y sordo (muy malas pasadas juega la genética con los perros doble «mirlo»), que es capaz de realizar habilidades complejas ¡hasta para perros con todos sus sentidos al cien por cien!

La historia de «Morgan»
Liviana  adoptó a «Morgan» con pocos meses de edad. Consciente de que no sería una tarea fácil, acudió a un centro canino especializado (Gentle Team) cuando «Morgan» tenía sólo cinco meses de edad. En ese momento era un perro muy vital, pero con mucha tendencia a estresarse. Iniciaron un programa de adiestramiento específico para aportar a «Morgan» una estructura mental y física que sería la base del aprendizaje y la comunicación.

Se trataba de enseñarle señales y abrir su mente a lo que sucedía a su alrededor aunque no pudiera verlo ni oírlo. Liviana empezó a comunicarse con «Morgan» mediante el tacto y el oflato, y unos pocos meses después el resultado del trabajo y la confianza lo tienes en este vídeo…

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