Los perros toman decisiones erróneas… si se lo pedimos

El aprendizaje social del perro le lleva ¿a cometer errores?

El aprendizaje social del perro... ¿le puede llevar a tomar decisiones erróneas contra lo que le dicta su aprendizaje individual? Esquema de la sala en que se desarrolló el experimento.

Los perros parecen ser sensibles a las señales comunicativas del hombre en una enorme una variedad de situaciones, sin embargo, hay todavía cierta controversia en cuanto a la forma en que estas señales influyen en las interacciones humano-perro.

Hay evidencia, por ejemplo, de que los perros pueden ser llevados a cometer errores de evaluación en una tarea de discriminación de cantidades, por ejemplo: perder su preferencia natural por una cantidad de alimentos más grande si un ser humano muestra preferencia por otra más pequeña, y no hay, hasta el momento, ninguna explicación para este fenómeno.

Utilizando una versión modificada de esta ejemplo, el estudio investigó si las señales no-sociales, sociales o de comunicación (solas o en combinación) hacen que los perros puedan ir en contra de su preferencia por la cantidad de alimentos más grande. Los resultados muestran que los errores de evaluación en los perros son causados por un sesgo social, pero, algo contrario a estudios anteriores, ponen de manifiesto el potente efecto de la mejora de estímulo (el manejo de la meta) para influir en la respuesta de los perros. Una influencia más leve sobre el comportamiento del perro se encontró sólo cuando diferentes señales ostensibles (y no la manipulación de la meta) se utilizaban en combinación, lo que sugiere su efecto acumulativo.

El estudio, así se hizo
En el presente estudio se utilizó el paradigma experimental de Prato-Previde: 1. Determinar si el error de evaluación (es decir, la pérdida de la preferencia por la cantidad de alimentos más grande cuando el experimentador muestra interés en la más pequeña) observada en estudios anteriores se debió al aprendizaje social. 2. Si se suscitó sólo con la presentación de señales de comunicación. Y 3. Si es así ¿se produjo por las señales de comunicación por sí solas o en combinación influirían más en los perros?

«Existen entre los perros ciertos indicios de errores de evaluación causados por una mayor confianza en lo aprendido socialmente que en lo que indica la información individual»

Se reclutaron 149 propietarios con sus perros a través de contactos personales, anuncios en los parques y los veterinarios. La muestra estuvo constituida por 60 machos y 89 hembras con edades comprendidas entre 1 a 10 años (media 4,4 años). 102 perros eran de raza pura y 47 cruces. Todos los perros eran domésticos, viviendo en un entorno familiar y no tenían adiestramiento avanzado.

Procedimiento
Todo el experimento se llevó a cabo en una sala de pruebas relativamente al descubierto en el Laboratorio Cani Sapiens de la Universidad de Milán. El comportamiento perros y dueños fue grabado con una cámara de vídeo de gran angular colocada en un trípode ubicado en una esquina de la zona de pruebas.

La comida se presentó en dos platos de plástico (22 cm de diámetro x 2 cm). Y se utilizaron dos cantidades muy diferentes de alimentos: pequeño, que consta de una sola pieza de alimento, y grande, que consta de seis piezas de alimento uniformemente distribuidas en el plato.

El procedimiento consistió en tres condiciones. Condición 1. Influencia Neutral: La elección entre las dos cantidades pequeñas por igual (un trozo de comida en cada plato) con el «hombre simulador» que muestra interés, ya sea para uno u otro; Condición 2. Sin influencia: Los perros podían elegir entre la cantidad de alimento grande o pequeña sin ninguna influencia de las personas (esta condición es idéntica para todos los grupos), y la Condición 3. Influencia contraproducente: La elección entre la cantidad de alimentos grandes y pequeños con la el «hombre simulador» mostrando interés por la pequeña.

De los 149 perros, 12 fueron eliminados del estudio (por no completar las 18 repeticiones del ensayo, o por mostrar fijación por un plato concreto en las pruebas)… Y los resultados demostraron que mientras los perros en la Condición 2 (libertad total para elegir sin influencia humana) elegían mayoritariamente el plato con más comida (un 73 por ciento así lo hizo), en el momento en el que el aparecían señales humanas. El caso más llamativo se da con la Condición 3, con los perros «eligiendo» el plato con menos comida entre un 57 y un 80 por ciento de las pruebas (el 80,59 -el máximo- se dio cuando el humano simulaba comer del plato con movimientos de la mano a la boca). Dejándose influenciar por las señales humanas -aprendizaje social-, los perros cometían un error que no se daba cuando se guiaban por su aprendizaje individual.

Los investigadores afirman: «Al igual que en sucede en los niños, también existen entre los perros ciertos indicios de varios tipos de errores de evaluación causados por una mayor confianza en lo aprendido socialmente que en lo que indica la información individual«.

Fuente:Departamento de Ciencias Biomédicas y Tecnologías de la Universidad de Milán, Milán, Italia. Departamento de Biología Evolutiva y Funcional de la Universidad de Parma, Parma, Italia. Marshall-Pescini S, C Passalacqua, Miletto Petrazzini ME, Valsecchi P, Prato-Previde E (2012) ¿Es posible que los perros (Canis lupus familiaris) tomen decisiones contraproducentes porque son sensibles a las señales ostensivas humanas? PLoS ONE 7 (4): e35437. doi: 10.1371/journal.pone.0035437. (Licencia CC).

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