La esencia floral contra el resentimiento

Foto: Silvano Radivo (Licencia CC).

Por: Elisabeth Macarro. Terapeuta floral especializada en animales, Educadora canina, Terapeuta conductual.

Nos encontramos ante un perro que sin motivo aparente ha cambiado su carácter, ha perdido su interés por el juego, por la comida, por los paseos, se muestra irritable, sin querer relacionarse con otros, y por más que pensamos qué le puede ocurrir no encontramos la causa…

Max fue adoptado cuando tenia dos años, en la protectora explicaron que llevaba semanas en un polígono industrial y no confiaba en nadie, con lo cual fue difícil cogerlo. Tenia entonces un año, pasó otro año sin que nadie se fijara en él, en una jaula esperando a tener una familia, era muy sociable con los otros perros, juguetón, enérgico.

Al principio de vivir con la familia se mostraba algo desconfiado, pero pasadas dos semanas ya se había adaptado totalmente a su nuevo hogar, era un perro feliz, con una gran vitalidad.
Pasado un año los propietarios pensando en él decidieron adoptar a otro perro para que no pasara tantas horas solo y tuviera con quien jugar. Y así lo hicieron, os primeros días no hubo ningún problema, al contrario se les veía felices juntos, pero de pronto empezó a cambiar el carácter, a no querer saber nada de su compañero, incluso a gruñirle si le pedía juego. Los propietarios desconcertados lo llevaron al veterinario, se le realizó un examen completo y su salud era perfecta, no presentaba ningún tipo de dolor, todo era totalmente normal, el propio veterinario les recomendó tratarlo con las Flores de Bach.

¿Tratar a un animal con Willow?
Después de valorar su estado anímico, de horas de observación en su propio entorno y fuera de él decidí tratarlo con Willow, pués lo que mostraba era una gran disconformidad, en absoluto estaba de acuerdo con tener un compañero constantemente con él que tenia que compartir a su familia. A pesar de que esta esencia hasta ahora se había pensado que no tenia ninguna relación con los animales, en este caso dio un gran resultado, pues todo lo que le pasaba a Max, era que tenia muy marcado el abandono que sufrió anteriormente y al entrar Micky, en lugar de verlo como un compañero lo vio como un rival.

Buscando la fórmula floral
Se inició el tratamiento con Willow (resentimiento), Chicory (posesión), Holly (celos), Heather ( demanda de atención), Honeysuckle (pasado), Star of Bethlehem (trauma debido al  abandono), con una dosis de cuatro gotas, seis veces al día. Después de tres semanas con el tratamiento floral se empezaban a ver cambios, estaba más alegre, volvía a jugar con su compañero, pero todavía persistía en el algo de rechazo en según que situaciones, por lo que añadí a la formula antes citada Beech ( para el rechazo y la intolerancia), seguimos con la misma dosis, pasados dos meses con esta formula el cambio fue claramente positivo, no mostraba ningún signo de intolerancia ni rechazo, volvía a jugar tanto en casa con Micky y la familia, como en el parque con otros perros, por lo que di por acabado el tratamiento.

Han pasado tres meses desde que Max dejó el tratamiento y vive feliz con Micky y su familia.

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