¿Ciencia ficción?

Hace unos días conocimos el caso de un Yorkshire de nombre Sofie. Esta perrita sufrió un accidente durante la anestesia en una operación que a priori no debería suponer mayores complicaciones (esterilización) y como resultado sufrió daños cerebrales y quedó ciega. La única solución era la eutanasia, pero Corinne, la dueña de Sofie, buscó cualquier posible alternativa, y se decidió por la terapia hiperbárica en un centro de Calusa (Florida). Casi desde la primera sesión la perrita comenzó a mejorar, recuperó la visión y comenzó a coordinar… acciones sencillas como masticar alimentos volvieron a su dañado cerebro y empezó a coordinar también sus miembros. Con ocho meses de edad y treinta y cinco sesiones después, Sofie puede llevar una vida normal, coordina perfectamente y es un cachorro saludable y feliz…

¿Cómo funciona una cámara hiperbárica?
Existen muy pocos modelos de cámara hiperbárica para perros. Uno de ellos es el que ilustra estas líneas, y se denomina Dogs O2 AHB-01. Su funcionamiento es similar al de las cámaras hiperbáricas utilizadas en medicina humana: la cámara hiperbárica aporta oxígeno a los tejidos dañados a nivel celular, activando los procesos de regeneración celular, oxigenando, activando las defensas y el sistema inmunológico, incide en la síntesis de neurotransmisores y también facilita la creación de nueva sangre. Aparte de estos beneficios, está indicada para alivio del estrés y recuperación de cansancio extremo. Así que es ciencia… pero no ficción, es una terapia de última generación que puede ayudar en casos complicados -y antes irrecuperables- como el de la Yorkshire Sofie.

• Más información sobre cámaras hiperbáricas para perros: Dogs O2.

Éste es el primer vídeo de Sophie después de la cirugía (ciega y con daño cerebral evidente):

Y éste es el último, con la vista recuperada y una coordinación que le permite incluso subir escaleras:

• Más información: Puedes seguir la historia de la Yorkshire Sofie en este canal de Youtube.