El vínculo entre perros y guías va más allá del trabajo
El estudio, de la Universidad de Penn, analiza tres años de datos sobre el bienestar psicológico de los controladores humanos, y la salud y el comportamiento de los perros de búsqueda y rescate desplegados en Nueva York y Washington, DC, a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Un estudio de amplio espectro
Ochenta y cinco guías humanos (63 desplegados y 22 de control) y sus 94 perros (66 desplegados y 28 control) fueron evaluados en múltiples momentos posteriores a la intervención, incluyendo los plazos de 6 meses, 1 año, 2 años y 3 años después de los ataques del 11-S. Los guías fueron evaluados para controlar su salud psicológica mediante una entrevista clínica estructurada y auto-reporte. Los perros fueron evaluados en su salud física, mediante registros veterinarios y el propio informe de sus guías. En los humanos, el despliegue después del 11-S, efectivamente, representa un factor de riesgo relativamente a a corto plazo para el desarrollo de síntomas de depresión y trastorno de estrés postraumático (TEPT).
En general, sin embargo, el estudio mostró una notable resistencia en su conjunto, y las tasas globales de diagnósticos DSM-IV fueron bastante bajas. A los 3 años del despliegue del 11-S ya no confiere ningún riesgo especial. Por otro lado, a largo plazo el empleo en una profesión de emergencia se convierte en un factor significativo de riesgo para los síntomas del trastorno de estrés postraumático (a los 3 años).
Los síntomas de depresión y trastorno de estrés postraumático en los guías predicen problemas de comportamiento en los perros de rescate
Con respecto a la interacción entre la salud del guía, su bienestar emocional y el comportamiento canino, el estudio encuentra que la enfermedad física y/o muerte del perro se asoció con mayores síntomas de depresión en el controlador. También se demostró que los síntomas de depresión y trastorno de estrés postraumático en los guías predicen problemas de comportamiento en los perros con el tiempo. La ansiedad por separación, el hiper-apego/búsqueda de atención, persecución, y excitabilidad surgieron en los perros en el lapso de menos de 1 año. Los problemas de conducta se intensificaron, con episodios agresivos hacia otros perros en el segundo año, y la ansiedad por separación, la agresión hacia otros perros, y la agresión hacia los extraños en el año tercero.
Como en cualquier relación, la asociación entre un guía y un perro en el trabajo puede conferir protección, cuando la relación va bien y ambos miembros están sanos… Pero también vulnerabilidad cuando cualquiera de los miembros padece una enfermedad física o psicológica, o muestran un comportamiento angustiado.
• Más información: El estudio, de Melissa Hunt, se ha publicado en la revista Anthrozoös.
Excelente artículo; esto tiene relación con las neuronas espejo, los perros sienten las emociones de su manejador y de las personas con las que se relaciona. Saludos . JM