Los perros prefieren… música clásica
El objetivo del estudio es intentar aportar a los perros recluidos en perreras y albergues el ambiente menos estresante posible. Para ello, los investigadores de la Universidad de Colorado utilizaron diferentes sonidos: entre ellos música clásica, música heavy metal, y silencio (sólo sonido ambiente).
Y el resultado es…:
Frances Rauscher es una psicóloga estadounidense conocida por sus estudios acerca del «efecto Mozart». Según sus hallazgos, la música de Wolfgang Amadeus Mozart aporta una serie de importantes beneficios en los niños, como son mejoras en la capacidad de razonamiento, lectura; también se recomienda desde la etapa fetal como estimulación, y de igual modo se le atribuyen efectos beneficiosos en personas con Alzheimer. Es lo que se conoce como «efecto Mozart».
En el caso del reino animal no es nuevo utilizar la música (incluso existe un refrán muy conocido «la música amansa a las fieras»), pero nunca hasta ahora se había hecho un estudio tan completo.
Los perros que escuchaban música clásica dormían más, vocalizaban menos y permanecían más tranquilos
La metodología seguida fue poner música en periodos de 45 minutos con grabaciones cada 5 minutos para analizar los cambios de comportamiento (durante cuatro meses), y el resultado es que los perros que escuchaban música clásica dormían más, vocalizaban menos y permanecían más tranquilos que los perros que tenían como música de fondo heavy metal, e incluso también mostraban menos signos de estrés que los perros que sólo tenían el sonido ambiente.
De hecho, el estudio afirma que la música heavy produce cierto nerviosismo en los perros, y concluye que la música clásica puede ser una buena herramienta para mitigar el estrés en lugares como las perreras o los albergues. El «efecto Mozart», al menos en los perros, parece que sí «funciona».
• Más información: El estudio ha sido publicado en la revista Journal of Veterinary Behavior.