Nuevos descubrimientos…
La capacidad de los perros para establecer diferentes asociaciones es asombrosa. Y en realidad no es raro que sea así, porque en ello les ha ido la supervivencia diaria durante milenios: observar el entorno (también al humano, claro), interactuar con el mismo y esperar resultados. Es la base del adiestramiento centrado en el condicionamiento operante -ya sabes, Thorndike, Skinner…-, si el resultado es «bueno» se produce un refuerzo y esa interacción será más probable en el futuro, si el resultado es malo («castigo»), la posibilidad de que vuelva a ocurrir disminuye. Y todo ello dependiendo -entre otras- de dos variables fundamentales: intensidad (del refuerzo o castigo) y momento en el que sucede (timing).
¿Cuál es el timing correcto?
En el adiestramiento con clicker estricto se entiende que el timing correcto para utilizar el marcador ante una conducta exitosa no debe exceder de los 5 segundos (entre 1 y 5 segundos para ser exactos). En otro tipo de adiestramientos iniciales para crear conductas/acciones los tiempos son similares, siempre muy rápidos, de tal forma que el perro no tenga tiempo a establecer otras asociaciones (si la conducta correcta es esperar un semáforo rojo hasta la señal de «vamos» no podemos reforzar un minuto después cuando el semáforo cambia a verde y comenzamos a andar, obvio). Pero… ¿Y si a los perros se les pudiera enseñar a esperar los refuerzos?
Cuestión de concentración
El controvertido timing tiene mucho que ver con la concentración. Si ese perro que ha realizado una conducta por casualidad no está centrado en lo que hace, es posible «cazar» el comportamiento mediante un timing impecable, pero se dispersará de inmediato así que el tiempo que tenemos para reaccionar es escaso (los mencionados 1-5 segundos). Pero si es un perro experimentado y concentrado, tolerará esperas mucho más largas, incluso concatenando diferentes acciones hasta alcanzar el refuerzo final (tampoco es nada nuevo, un ejemplo muy claro es el de los perros de trabajo o deporte).
Los perros son capaces de elegir entre refuerzos de diferente valor… y esperar minutos para conseguirlos
Los perros son capaces de elegir entre refuerzos de diferente valor… y esperar minutos para conseguirlos
Excelente artículo; creo que esto tiene mucho que ver con lo que observamos cuando alimentamos a nuestros canes, por ejemplo he notado que cuando son alimentados con productos secos y de momento les damos alimento fresco como carne, el perro con tan solo una vez que recibe la carne jugosa, deja de comer el alimento seco, esperando recibir de nueva cuenta la carne, y puede dejar de comer hasta por varios días; si el perro observa cuando estamos preparando la carne, le podemos pedir cualquier ejercicio y el perro lo ejecuta a la perfección y muy rápido, y podemos retardar la entrega, y el perro sigue en foco (prestando mucha atención), creo que si saben elegir el sabor y el tipo de refuerzo. Reciban un cordial saludo JM