La genética sólo marca un tercio del potencial futuro del cachorro
Hay períodos de tiempo concretos durante los primeros meses de vida del cachorro en los que la estimulación neurológica tiene resultados óptimos. No es algo nuevo, y ya Lorenz lo describió en 1935, pero los protocolos concretos de aplicación se desarrollaron algo después. Hoy en día hay práctica unanimidad en concretar que el primer período de desarrollo neurológico implica una ventana de tiempo muy breve, que comienza en el tercer día de vida y dura hasta el día dieciséis. El programa de estimulación neurológica Bio-Sensor -uno de los más renombrados- aprovecha esos días críticos en el desarrollo neurológico del cachorro mediante cinco ejercicios.
Programa Bio-Sensor
1. Estimulación del tacto (entre los dedos). Utilizando un bastoncillo de oídos se estimula suavemente, como si fueran cosquillas, entre los dedos del cachorro. El ejercicio dura entre 3 y 5 segundos.
2. Sosteniendo la cabeza erguida. Se sostiene al cachorro erguido, alinenado la cabeza con la cola. El tiempo empleado es de 3 a 5 segundos.
3. Cabeza hacia abajo. Se sujeta con seguridad al cachorro con la cabeza hacia abajo (en vertical), durante 3-5 segundos.
4. Posición supina. Se coloca al cachorro sobre la palma de las manos de forma confortable (puede estar incluso dormido), durante 3-5 segundos.
5. Estimulación térmica. Se coloca al cachorro sobre una toalla fría durante 3-5 segundos.
Los cachorros estimulados con Bio-Sensor serán perros más vivos, con mayor capacidad de resolución de problemas
Estos cinco ejercicios se realizan una sola vez al día entre los días 3 y 16 de vida del cachorro, y producen estimulaciones neurológicas que no ocurrirían de forma natural durante ese período de vida. Los resultados son: una mayor tolerancia al estrés, mayor resistencia a las enfermedades y mejoras en las glándulas suprarrenales y el corazón. Los perros sometidos al programa Bio-Sensor son también perros más «vivos», con mayores inquietudes y actividad -como lo demuestran pruebas en laberintos- , y también se muestran más «adiestrables» y con una mayor capacidad de resolución de problemas. Se estima que la genética supone alrededor de un 35 por ciento del potencial de un perro, el resto se desarrolla desde el momento en el que nace, y éste es el motivo por el que Bio-Sensor se utiliza habitualmente en cachorros destinados a labores militares, de asistencia… y también por algunos criadores.
Excelente publicación
Gracias Luis.