Agresividad y dolor van de la mano

La agresividad canina siempre tiene un origen, aunque en ocasiones lo espectacular de las agresiones enmascare el resto. Siempre hay una relación causa-efecto detrás, que puede provenir de inseguridades, mal manejo, miedos… o dolor. En este caso no había duda, porque Janie, la perrita del vídeo, fue rescatado de un atropello por Bill Foundation (organización de rescate californiana) con una lesión  de espalda muy dolorosa, pero nos sirve para ilustrar todos esos casos de perros que «cambian el carácter» sin motivo aparente, cuando detrás subyacen causas que pueden tener solución. Después, cuando se soluciona la «causa», será más sencillo solucionar el «efecto». El veterinario debería ser la primera visita en cualquier caso de agresividad.

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