Los «chuchos» están más sanos… (o tal vez no)

Que los perros sin raza son más «saludables» era algo hasta ahora admitido

#Veterinaria. Que los perros sin raza son más "saludables" es algo admitido, pero no siempre es cierto, o no ante todas las enfermedades.

Pero no siempre es cierto. Todos lo hemos escuchado infinidad de ocasiones, e incluso las estadísticas de visitas al veterinario así lo indican aparentemente. Los perros sin raza tienen menos enfermedades, sí, pero no ante todas las enfermedades se puede asegurar de forma tan tajante, lo han demostrado en un estudio publicado por la AVMA y publicado en el último número de su revista.

El historial de 27.000 perros a examen

El estudio (retrospectivo) se hizo con 27.254 perros (1995-2010) con al menos un trastorno hereditario, y fueron revisados sus historiales ​​para documentar 24 enfermedades genéticas: hemangiosarcoma, linfoma, tumor de células de mástil, osteosarcoma, estenosis aórtica, miocardiopatía dilatada, miocardiopatía hipertrófica, displasia de la válvula mitral, persistencia del conducto arterioso, comunicación interventricular, hiperadrenocorticismo, hipoadrenocorticismo, hipotiroidismo, displasia de codo, displasia de cadera, enfermedad del disco intervertebral, luxación de la rótula, rotura de ligamento cruzado craneal, dermatitis atopia o alergia, hinchazón, cataratas, epilepsia, luxación del cristalino, y derivación portosistémica. Para cada perro y trastorno, se identificaron los controles sanos emparejados por edad, peso corporal, y sexo.

Razas provenientes de linajes comunes, comparten las mismas enfermedades
Un ejemplo de que razas «parecidas» sufren las mismas enfermedades, lo tenemos en cuatro de las cinco principales razas afectadas con displasia de codo (boyero de Berna, Terranova, mastín y rottweiler). Todo apunta a que estas razas comparten la misma mutación del gen responsable de la displasia de codo, ya que las cuatro razas son descendientes de un antepasado común molosoide.

Enfermedades extendidas en toda la población canina
Sin embargo, hay enfermedades en las que la incidencia es prácticamente idéntica, sin diferenciar entre perros de «raza» y perros «sin raza», lo que indicaría que las mutaciones genéticas responsables de estas enfermedades se encuentran repartidas por toda la población canina sin diferenciar razas o cruces. Estas enfermedades son: displasia de cadera, todos los tipos de cáncer que causan tumores y la miocardiopatía hipertrófica (enfermedad del corazón).

Así las cosas, enfermedades como, por ejemplo, la displasia de codo, cataratas, hipotiroidismo… serían algunos de los trastornos con más incidencia en perros de raza, pero -por ejemplo- la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla es más común en perros sin raza.

Los resultados del estudio proporcionan una visión clara sobre cómo las prácticas de cría pueden reducir la prevalencia de determinadas enfermedades

Conclusiones
Los investigadores concluyen que la prevalencia de trastornos genéticos en ambas poblaciones se relacionan con trastornos específicos. Las razas derivadas de linajes similares parecían ser más susceptibles a ciertos trastornos que afectan a todos los perros de una raza pura estrechamente relacionados entre sí (el caso de los molosoides, unas líneas más arriba), mientras que los trastornos con la misma prevalencia en las dos poblaciones sugirieron que están producidos por las mutaciones más antiguas que se encuentran ampliamente distribuidas a través de toda la población de perros. Los resultados proporcionan una visión clara sobre cómo las prácticas de cría pueden reducir la prevalencia de un trastorno concreto.

• Más información: Puedes leer el artículo completo (de pago) en el número de junio de la Revista de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria.

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