Dos proyectos contra
el collar eléctrico

Los proyectos fueron financiados por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA), y se les pide directamente a los ministros legislar en contra de los collares eléctricos, que administran una descarga a los animales cuando van más allá de los límites designados.

500.000 collares eléctricos en Inglaterra
Se calcula que unos 500.000 propietarios en Gran Bretaña están utilizando collares eléctricos con sus perros. Este tipo de dispositivos ya han sido prohibidas en Gales, y activistas, liderados por el Kennel Club, abogan por la prohibición en el resto del país, sobre la base de que son crueles y perjudiciales para los perros.

La organización ha escrito a los ministros de Westminster, así como también a Escocia e Irlanda del Norte, haciendo un llamamiento a la acción urgente. Afirman que los informes muestran que los collares eléctricos producen diferentes daños en los animales y son menos eficientes que lo que argumentan los fabricantes.

En el primer estudio, los científicos de las Universidades de Bristol y Lincoln y la Agencia de Investigación en Alimentación y Medio Ambiente, llegaron a la conclusión de que el uso de los collares eléctricos «puede dar lugar a un impacto negativo en el bienestar, al menos, en una importante proporción de los animales entrenados con esta técnica» . También encontró que un gran número de propietarios que utilizan estos dispositivos lo hizo sin ni siquiera leerse instrucciones que se acompañan.

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