Consulta hasta el 1 de septiembre

Bajo titulares tan amarillos como «Los dueños de perros asesinos podrían enfrentarse a cadena perpetua», los «perros potencialmente peligrosos» han vuelto una vez más a los medios. Pero, para comprender qué está pasando en Inglaterra y Gales, lo primero es recordar algunas cifras terribles, como que el sindicato de carteros e ingenieros de telecomunicaciones registra 5.000 casos de morderduras cada año, y que en cifras generales se producen 210.000 mordeduras cada año, de las que 6.000 requieren ingreso hospitalario, que a su pez suponen un gasto de 3,3 millones de libras.

Ley actual… Posible Ley futura
Todo se ha precipitado en los últimos meses, recordamos que en marzo pasado Jade Anderson, 14 años, (Atherton, cerca de Wigan), murió por las mordeduras de dos Staffordshire Bull Terriers y dos bullmastiff en casa de un amigo (se cree que el desencadenante fue un simple helado). Y en mayo pasado -en Liverpool- Clifford Clarke, de 79 años murió por las mordeduras recibidas por el perro de su vecino (se piensa que el estar cocinando cordero pudo provocar el ataque).

En Inglaterra y Gales, en la actualidad, se contempla el ingreso en la cárcel para aquellos propietarios de perros que causen lesiones graves o la muerte. La pena máxima es de dos años, y solo una persona ha ingresado en la cárcel por este motivo. Mientras tanto, desde 2005, los ataques de perros han provocado 16 víctimas mortales y las mordeduras son más numerosas cada año.

Ahora (hasta el 1 de septiembre), se está sometiendo a consulta pública para cambiar la Ley, de tal forma que se pueda ampliar a cadena perpetua si concurren una serie de circunstancias (las más importantes: muerte de una persona o de un perro guía, y que el perro agresor se utilice como un arma). Pero no… no se trata de amor británico por los perros guía, sino que el entrenamiento de estos perros es muy caro, y los también crecientes casos de muertes de estos perros (guías o de asistencia en general) por ataques de perros potencialmente peligrosos supone un gasto importante y creciente.

La actual legislación data de 1991, y las voces más críticas argumentan que se hizo demasiado rápido. Sin embargo, la consulta del Gobierno sobre el cambio de las penas máximas hasta alcanzar la cadena perpetua no es vinculante, se realiza para pulsar la opinión pública y la sensibilidad de la población ante el problema, pero el Gobierno deberá aprobarla posteriormente, o no.

• Más información: Consulta de DEFRA sobre modificación de la Ley de 1991 acerca de perros potencialmente peligrosos en Inglaterra y Gales.