Intensidad y calidad de la comunicación con el perro

La diferencia del buen adiestrador

Intensidad y calidad de la comunicación con el perro. ¿Somos buenos comunicadores con nuestros #perros?

Durante los últimos años he observado a un buen número de adiestradores caninos (nacionales e internacionales) y hay un nexo común más allá de las técnicas empleadas: Los mejores adiestradores siempre son excelentes comunicadores con los perros (y a veces también con las personas).

Intensidad Vs Calidad
Pero no siempre es al contrario. Quiero decir, que puede haber (y los hay) grandes comunicadores que son pésimos adiestradores de perros (pero no nos interesan hoy).

La técnica es importante, el timing, la metodología empleada… Pero no lo es todo, y a veces «los árboles no nos dejan ver el bosque». El tremendo acceso a la información que tenemos en estos tiempos, nos permite empaparnos de todo aquello que nos interesa, nos hace fenomenales «expertos de salón» en las temáticas que nos interesan.

Así, hay entrenadores de fútbol en cada bar, expertos en Fórmula 1 en las tertulias de desayuna de las oficinas… Y «grandes» adiestradores en cada parque que han devorado libros (a veces hasta buenos libros de perros), han hecho media docena de cursos, y puede que paseen con un perro medianamente educado del que presumir (ojo, «educado» no es «adiestrado»).

Pero esos tampoco nos interesan. Para que todo fluya, lo menos que podemos hacer es que el perro tenga información muy clara «de vuelta». Y esa es una de las grandes diferencias entre un gran adiestrador y otro «de salón».

Una de las grandes diferencias está en la intensidad, que hace más clara la información. Se trata de que destaquemos sobre el entorno, que seamos más interesantes para el perro que aquello que le rodea. Y no, no se trata de una intensidad que se mida en decibelios, sino de que el entrenamiento y nuestro feedback hacia el perro sean intensos, incluso en el más absoluto silencio.

Y la calidad de la información, que va muy relacionada con la claridad. Podemos ser unos perfectos conocedores de tal o cual técnica de entrenamiento, y alcanzar la intensidad óptima durante el entrenamiento del perro… Que si no hay una información de vuelta con la suficiente calidad y claridad, no conseguiremos los resultados esperados. No importa si se trata de obediencia, adiestramiento deportivo o agility, para el perro somos un equipo, y necesita saber que está haciendo las cosas bien (es lo que los anglosajones llaman «wish to please«, «deseo de agradar»). Si hemos dado con la tecla de la motivación, y somos capaces de formar un binomio con nuestro perro, el perro lo querrá hacer bien -no lo dudes-, el problema es que no nos comunicamos siempre todo lo bien que debiéramos.

Los grupos de trabajo y clubes caninos son tu nuevo hábitat para aprender a comunicar con tu perro

Y esto… ¿Dónde se aprende?
Vale, tras muchos buscar y rascando de entre las telarañas un buen puñado de euros ya te has hecho un curso de adiestramiento «como Dios manda», tienes unos sólidos conocimientos, incluso excelentes. Es más, has practicado durante el curso con perros y no se te da mal…

¿Y ahora qué? Pues ahora toca practicar, después practicar, y cuando llegue un día libre… Seguir practicando. Los grupos de trabajo y clubes caninos son tu nuevo hábitat, aprenderás en primera persona, y también observando a los compañeros, pero sobre todo, aprenderás de intensidad, de calidad y claridad, trabajando con perros, con los perros «listos» y con los «tontos», con todos.

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